Este artículo se publicó hace 2 años.
¿Podré quitarme ya la mascarilla en el trabajo?
A partir de este 20 de abril, la mascarilla no será obligatoria en interiores, salvo algunas excepciones. Las comunidades podrían tomar el mando y ordenar que el tapabocas se mantenga en algunos espacios.
Jose Carmona
Madrid-Actualizado a
La sensación de pandemia vive su mínimo histórico desde la aparición de la covid-19. Después de que hace 25 meses se activara el estado de alarma, el próximo 20 de abril la mascarilla en interiores quedará eliminada de la rutina diaria de los españoles.
El Consejo de Ministros, tras la reunión de este martes, quitará la obligatoriedad de la mascarilla en interiores después de que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, lo anunciara antes del comienzo de la Semana Santa.
Dado que la covid sigue siendo una enfermedad a la que tratar con cautela, la mascarilla seguirá siendo necesaria en el transporte público, residencias, farmacias y hospitales. Pero en restaurantes, cines, colegios, institutos, centros comerciales, museos, bares y tiendas ya no será una prioridad.
En este sentido, cada comunidad autónoma podrá hacer la desescalada a su ritmo. Por ejemplo, Andalucía ha dicho que las mascarillas no desparecerán en los colegios de forma inmediata el día 20, pero que no tardarán en implementar la norma. Por el momento nadie ha querido desmarcarse y asumir una postura diferente para evitar el desgaste político que generan las mascarillas.
En cuanto a las universidades, "los alumnos quedan exentos del uso de las mascarillas y el personal quedaría a expensas de la unidad de riesgos laborales de la universidad. En caso de casos excepcionales se podrán tratar con la consejería de turno por si hicieran falta medidas excepcionales para casos concretos", apuntan desde el Ministerio.
¿Y qué sucederá en las oficinas y puestos de trabajo convencionales? ¿Será obligatoria la mascarilla o se podrá acudir sin ella? ¿Qué dirá la legislación sobre esto?
Será una decisión que dependerá de los servicios de prevención de riesgos laborales de cada empresa
A falta de la publicación del Boletín Oficial del Estado (BOE), algo que ya ha desvelado el Ministerio de Sanidad es que la mascarilla en el trabajo será una decisión que dependerá de los servicios de prevención de riesgos laborales de cada empresa. Es decir, que si hay situaciones en las que se considere necesaria su obligatoriedad o no, quedará en manos de las empresas.
Desde el departamento de Salud Laboral de Comisiones Obreras (CCOO) apelan a lo recomendado por la Ponencia de Alertas y Emergencias Sanitarias. "La Ponencia de Alertas sigue recomendando la mascarilla en el trabajo siempre que no se garanticen las medidas de seguridad: distancias, ventilación, evitación de aglomeraciones. Por tanto y hasta que conozcamos con precisión las medidas que se aplicarán para las empresas y centros de trabajo, vamos a mantener los criterios que ya existen y se han aplicado para la prevención del contagio", aseguran desde el sindicato.
Hay espacios de trabajo donde no habrá debate, dado que los trabajadores sanitarios y sociosanitarios deberán llevar mascarilla en sus espacios laborales para evitar contagiar y ser contagiados.
Sin embargo, cualquier flexibilización de medidas no implica la decisión personal de portar mascarilla. Si el trabajador se siente más seguro con ella, podrá seguir usándola.
Por su parte, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha apuntado que el uso de la mascarilla será de "sentido común" y se ha mostrado convencido de que "mucha gente" continuará llevándola "como elemento de protección".
Prudencia y posibilidad de dar marcha atrás
La aparición de ómicron, con su menor letalidad y la alta tasa vacunacional, permite la flexibilización de medidas, pero la tasa de contagios sigue en parámetros altos. Por el momento, las nuevas variantes que han surgido en 2022 indican mayor tranmisibilidad del virus, pero no aumentan su peligro.
Desde el comienzo de la desescalada, los expertos en Salud Pública y epidemiología han subrayado la importancia de estar preparados para hacer y deshacer medidas. Del mismo modo que la mascarilla en exteriores se impuso, se retiró y se volvió a imponer, podría pasar lo mismo con cualquier otra medida. Por ello, hay que evitar la desesperanza o el agotamiento mental ante la pandemia si la situación empeora.
Pese a las noticias positivas, la propia ministra Darias, en una entrevista concedida a El País, quiso guardar prudencia frente a la sensación de que el coronavirus ya es historia: "Tenemos que hablar de que la pandemia sigue con nosotros, que tenemos que monitorizar una nueva estrategia de vigilancia protegiendo a los más vulnerables. Y siempre desde la cultura del cuidado", afirmaba.
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