Ángel Gabilondo, el Defensor del Pueblo, ha expresado que es necesario "mejorar la protección de los trabajadores al aire libre ante temperaturas extremas" ante las olas de calor de este verano. A raíz del fallecimiento de los trabajadores que desarrollaban su jornada al aire libre durante las olas de calor de este mes de julio ha querido señalar que es "un asunto preocupante que resulta imprescindible conocer y afrontar".

Ha hecho referencia a las olas de calor que azotaron el país y que causaron la muerte de 2.124 personas en el mes de julio según el Instituto de Salud Carlos III. Un calor extremo, el peor de la historia también por su larga duración, en una entrevista a Europa Press.

Gabilondo considera "necesario saber qué está fallando". Además, pretende buscar la solución para intentar que las cosas se hagan "de otro modo o mejor para evitar lo que viene sucediendo".  Esta situación provocó que el Defensor del Pueblo iniciase una inspección de trabajo el pasado 22 de julio con la intención de obtener más información para evitar y combatir los riesgos en los sectores en los que estas condiciones ambientales extremas ponen en peligro a los trabajadores y trabajadoras.

Denuncias de falta de medidas ante la ola de calor

Un trabajador de 60 años falleció a mediados de julio como consecuencia de las altas temperaturas. Mientras limpiaba la Avenida de San Diego en Vallecas, Madrid, a las 17.30 horas, se desplomó por un golpe de calor. Cuando el SAMUR le atendió, su temperatura corporal era de 41´6 grados. Sin embargo, falleció unas horas más tarde en el Hospital Gregorio Marañón. 

El pasado 20 de julio, se llegó a un acuerdo entre los barrenderos y las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento de Madrid. Los sindicatos consideraron que la muerte del trabajador de limpieza de 60 años podría haberse evitado. Un sistema protocolario preventivo "probablemente" lo hubiese evitado. Así lo explicó Manuel Menéndez, responsable sectorial de limpieza viaria de CCOO del Hábitat Madrid, "probablemente este accidente se podía haber evitado si existiera un protocolo para el trabajo con altas temperaturas".

Gabilondo ha insistido en la necesidad de que esto no vuelva a ocurrir. Ha solicitado que la información que obtuvo la Inspección de Trabajo y Seguridad especifique las actuaciones y las causas de este siniestro laboral además de querer conocer los criterios para garantizar la protección de los operarios que trabajan al aire libre.

La ola de calor es un "factor de riesgo" que revela que estas medidas y actuaciones por parte de Trabajo "deben potenciarse". Además, ha insistido en que "es necesario mejorar la protección de los trabajadores al aire libre ante fenómenos de temperaturas extremas". Algunas de las medidas adoptadas en la capital son incluso insuficientes.

El acuerdo en Madrid fue gracias a los sindicatos

Los operarios de limpieza, por medio de los sindicatos, fueron los que negociaron con las empresas que subcontrata el Ayuntamiento las medidas de mejora para evitar el fallecimiento de otro operario.

Las medidas acordadas para la mejora de la situación de los operarios, que fueron atribuidas por el propio alcalde de la ciudad al Ayuntamiento de Madrid, se han basado en el riesgo de las temperaturas.

En alerta verde, ante la ausencia de riesgo, se ha profundizado para que los trabajadores lleven una buena hidratación, protección solar y habrá que orientar los recorridos de limpieza a zonas de sombra. En alerta amarilla, se suprimen diferentes servicios, no podrán circular los vehículos que carezcan de aire acondicionado y se establecerá el horario de tarde desde las 17.00 hasta las 00. Por último, en alerta naranja, cuando las temperaturas superen los 40 grados se eliminarán los turnos de tarde y toda la actividad pasará a la mañana.

 La vestimenta y los horarios del resto de trabajadores no favorecen a que esto no se vuelva a repetir. El uniforme de poliéster, las gorras de invierno y horas de trabajo bajo el sol se pueden convertir en la sentencia de más trabajadores. El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, afirmó que "un uniforme de poliéster ayuda lo más mínimo ni beneficia para poder trabajar". Sin embargo, el acuerdo actúa sobre el servicio y no sobre la vestimenta.