Un total de 96 personas han sido desalojadas de sus viviendas tras la explosión registrada el viernes en el edificio del número 35 de la calle del General Pardiñas, en el distrito de Salamanca, Madrid, que causó la muerte a dos trabajadores.

El jefe de unidad de Samur-Social, Juan Carlos Arellano, ha indicado a la prensa que, del total de vecinos que no han podido regresar a sus domicilios, seis han precisado alternativa habitacional, por lo que han sido realojadas en hoteles.

El viernes, el equipo de Samur-Social atendió "todo tipo de necesidades", como la disposición de medicación, la entrega de las mascotas que se quedaron en las casas a sus dueños o la atención específica a las personas mayores, con el objetivo de reconstruir "de la mejor manera posible" una "cierta normalidad en sus vidas".

Los trabajadores del cuerpo han tratado, desde ayer, algunos casos de ansiedad en personas cuyas viviendas se han visto damnificadas.

Según el portavoz, las personas desalojadas de los edificios colindantes tampoco podrán volver a sus casas, en tanto que los técnicos siguen trabajando para garantizar la seguridad y evitar otros percances.

"Ahora mismo están en ese proceso de evaluar la seguridad para los vecinos", ha precisado Arellano.

No obstante, los residentes en uno de los edificios colindantes al número 35 de la calle General Pardiñas, en Madrid, donde una explosión causó dos muertos el viernes, sí están accediendo este sábado a sus domicilios, acompañados por los bomberos, para recoger sus enseres personales.

Según el jefe de guardia de los Bomberos de Madrid, Víctor Barrasús, sólo se ha permitido la entrada a uno de los tres edificios desalojados, el número 33, mientras que el 78 de la calle Ayala, contiguo a la finca que sufrió la explosión, sigue en revisión.

Ante la imposibilidad de entrar en las viviendas el mismo día de la explosión, los bomberos van a entrar este sábado junto con los técnicos municipales para evaluar la situación y tomar una "determinación" al respecto.

CCOO y UGT exigen una investigación oficial

Los sindicatos CCOO y UGT exigen una investigación oficial de la explosión accidental que causó dos muertos el viernes en Madrid, al considerar que pudo haber fallos en el procedimiento de trabajo seguro y en la falta de prevención y coordinación de riesgos laborales en las obras que se realizaban.

Este sábado, en sendas notas de prensa, CCOO y UGT se pronuncian para pedir que se depuren responsabilidades y haya más órganos de control y seguimiento en las empresas que garanticen el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos laborales.

Comisiones Obreras dice que a falta de una investigación oficial que determine las causas del accidente entiende que "ha habido un posible fallo en el procedimiento de trabajo seguro" que debe cumplirse en este tipo de labores.

"Exigimos que se depuren responsabilidades y más órganos de control y seguimiento en las empresas que garanticen el cumplimiento de la Ley de prevención de Riesgos laborales", dice CCOO.

En términos similares, UGT dice que a la espera del resultado de la investigación de la unidad Judicial de la Policía Municipal "los primeros indicios apuntan a un accidente laboral" en el que cree que "ha habido una falta de prevención de riesgos laborales y de coordinación de prevención de esos riesgos" en las obras que se estaban acometiendo.

"El embalsamiento de gas o la explosión de una caldera se podía y se tenía que haber evitado", dice UGT, y añade que "las medidas preventivas son acciones reales que tienen que llevarse a cabo en todos los centros de trabajo" y que "una obra de rehabilitación también constituye un centro de trabajo en el que se tienen que respetar y cumplir las normas".

También dice el sindicato que "será importante determinar el tipo de relación laboral que tenían las víctimas y la antigüedad de cada uno de ellos y la formación que tenían para el desempeño de las obras que se estaban realizando".

Los dos sindicatos expresan asimismo sus condolencias a las familias de los dos trabajadores fallecidos, un hondureño de 27 años y un español de 21.

Hacia las 13:30 horas del viernes, una explosión -provocada, según las primeras investigaciones, por un escape de gas- causó la muerte a los dos trabajadores, cuyos cadáveres fueron retirados del lugar después de varias horas de búsqueda entre los escombros, y heridas a otras 17 personas, una de ellas grave.

Durante la noche, efectivos del cuerpo de bomberos han estado consolidando los huecos de la fachada y monitorizando el "peligro de derrumbes secundarios", apuntalando mediante las estructuras colocadas en los huecos y en el interior también, ha dicho el jefe de guardia de Bomberos de Madrid, Víctor Barrasús.