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El deshielo en Groenlandia altera al límite las corrientes oceánicas que rigen el clima de Europa y estas son las consecuencias

Una publicación científica pronostica un cambio abrupto en la corriente atlántica debido al deshielo de Groenlandia. Europa es la región más afectada, con una caída de las temperaturas invernales de entre 10ºC y 30ºC.

El hielo y la escarcha cuelgan de una barandilla del muelle de Warnemünde, en Alemania.
El hielo y la escarcha cuelgan de una barandilla del muelle de Warnemünde, en Alemania. Bernd Wustneck / AFP

El sistema de corrientes del océano Atlántico, conocido como AMOC por sus siglas en inglés, está al borde del colapso por culpa de la crisis climática. Estos flujos tienen una influencia crucial en el clima de Europa y, aunque ya había indicios de que se estaban ralentizando, ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Utrecht han conseguido modelar, con los datos disponibles, los efectos que está produciendo el calentamiento acelerado del planeta en la corriente atlántica. Los resultados dibujan un panorama que ni siquiera los expertos del IPCC se habían atrevido a pronosticar en sus informes.

"La corriente AMOC es un flujo que se asienta en el Atlántico y que transporta agua desde el hemisferio sur, de forma muy superficial, hacia el hemisferio norte, a la zona de Groenlandia, donde baja a la profundidad y regresa al hemisferio sur. Lo importante es que transporta agua, pero también nutrientes y calor", describe Isabel Moreno, física, meteoróloga y divulgadora de la crisis climática. "Es tan importante porque hace que el clima europeo sea tal como es, es lo que hace que, por ejemplo, en Madrid no nieve tanto como en Nueva York a pesar de estar en las mismas latitudes", agrega. 

Esta reciente investigación, publicada en la revista Sciences Advances, revela que la entrada de agua dulce en el sistema debido, fundamentalmente, al deshielo de Groenlandia, aunque también a los cambios en los patrones de lluvias por la crisis climática, está alterando el ritmo con el que fluye la AMOC.

En otras palabras, la corriente atlántica se está debilitando porque la salinidad del océano está cambiando y, con ello, su densidad. Aunque no hay una fecha exacta para el colapso, los expertos creen que el sistema podría entrar en coma este siglo y hablan de décadas.

Mar Gómez, doctora en físicas y meteoróloga del portal eltiempo.es, explica que paradójicamente el calentamiento acelerado del planeta podría provocar un "enfriamiento" de Europa. "La publicación habla de una caída de las temperaturas invernales de entre 10ºC y 30ºC, ya que al frenarse la corriente atlántica, también lo hace el transporte de calor que suaviza las temperaturas en Europa. Se está hablando también de temperaturas que fluctúan de una forma muy errática, con cambios importantes en la distribución de las lluvias en la zona tropical y un aumento del nivel del mar", detalla la experta. 

Este es un efecto más de la crisis climática. "El calentamiento global aumenta la temperatura del planeta y eso tiene efectos muy diversos. Uno de ellos, el más evidente y visible, son las constantes olas de calor o el deshielo. Pero luego está este cambio que se venía intuyendo. Que se funda más hielo equivale a verter más agua dulce al océano y a cambiar su densidad, lo que favorece que la AMOC se ralentice mucho más rápido", indica Gómez, que avisa de que los datos de Sciences Advances revelan que, hasta el momento, la ciencia había subestimado las consecuencias de un cambio en la corriente atlántica.

Los propios investigadores alertan en la publicación de que, con las proyecciones realizadas, "ninguna medida de adaptación realista podrá hacer frente a unos cambios de temperatura tan rápidos bajo un colapso de la AMOC", que generará un "enfriamiento rápido del hemisferio norte".

La última gran referencia de un cambio sin precedentes

Aunque es difícil imaginar las repercusiones de este colapso, los estudios paleoclimáticos pueden servir para entender en qué se puede convertir Europa. "Sabemos que, en los momentos de la historia en los que la corriente atlántica ha circulado de una forma más lenta, ha habido periodos mucho más fríos en Europa", explica Moreno.

"Sabemos que durante la última edad de hielo, esta corriente circuló mucho más lento, pero es que ahora tenemos una situación muy diferente. Ahora tenemos un planeta dopado de gases de efecto invernadero y súper caliente. Es un escenario diferente a lo vivido y por eso este estudio ha causado tanto revuelo", argumenta la meteoróloga. 

Un cálculo basado en datos

El jefe de análisis del sistema terrestre del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático de la Universidad de Potsadam, Stefan Rahmstorf, ha analizado este avance científico en su blog y ha dejado claro que las conclusiones "no son poco realistas", tal como se ha apuntado en algunos foros científicos. "La conclusión de que la AMOC está llegando al punto de inflexión se basa en datos", asegura. "Este experimento no es una proyección futura, en absoluto".

En agosto de 2023, otro grupo de investigadores publicó un artículo sobre un hipotético colapso de la AMOC. En ese caso, los autores realizaban simulaciones para proyectar un escenario hipotético en el que la corriente se debilitaba. La diferencia con la nueva investigación es que los científicos no han simulado, sino que han empleado datos realistas basados en la observación del Atlántico Sur. 

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