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Dimisión de Fabrice Leggeri Dejados a su suerte en el mar, devueltos al infierno libio o marcados con espray: los atropellos consentidos por Frontex

Desde que el dimitido Fabrice Leggeri tomó las riendas de Frontex, los escándalos por devoluciones en caliente y la violencia policial contra migrantes y solicitantes de asilo han sido una constante en las fronteras de Grecia, los Balcanes o en el Mediterráneo central.

Izquierda: hematomas tras haber sido golpeado por las autoridades griegas durante la expulsión desde el campo de Diavata el 15-16 de abril.-BORDER VIOLENCE MONITORING NETWORK Derecha: hombre herido en la operación del 29 de mayo cerca de la isla de Lesbos
Izquierda: Un solicitante de asilo muestra hematomas tras haber sido golpeado por las autoridades griegas durante la expulsión desde el campo de Diavata el 15-16 de abril de 2020.-BORDER VIOLENCE MONITORING NETWORK Derecha: Un hombre herido en la operación de la Guardia Costera griega del 29 de mayo de 2020 cerca de la isla de Lesbos.- AEGEAN BOAT REPORT

Siete años después, el francés Fabrice Leggeri ha dimitido como director de la agencia europea de fronteras, Frontex. Llegó al cargo en 2015, en medio del gran éxodo de refugiados de Oriente Medio hacia Europa que tuvo en las islas griegas del Egeo uno de los puntos más caliente.

Desde entonces, Frontex no ha dejado de crecer. El departamento que nació 2005 con apenas 50 trabajadores se ha convertido en una auténtica policía fronteriza de la Unión Europea y se prevés que llegue a disponer de 10.000 trabajadores en 2027. Ya cuentan con uniformes y algunos de los agentes irán armados próximamente. Ha adquirido drones, embarcaciones y tecnología punta de la industria del control migratorio. Su presupuesto se ha disparado en una década y en cinco años habrá consumido 12.800 millones de fondos comunitarios. Su presupuesto entre 2014 y 2020 fue de 2.800 millones, lo que da una idea de la importancia que Bruselas le otorga para frenar los flujos migratorios hacia Europa. 

Pero en el mismo periodo, Frontex se ha convertido en un "un guardián descontrolado", en palabras del exhaustivo informe sobre la agencia que realizó la Fundación Por Causa. Su nombre ha estado ligado a numerosos escándalos durante el mandato de Leggeri por consentir o, al menos, ignorar graves vulneraciones de derechos humanos en las fronteras de la UE, desde las aguas griegas hasta los Balcanes pasando por el Mediterráneo central. El ya exjefe de la agencia y otros dos dirigentes están siendo investigados por la Oficina Europea Antifraude (OLAF). Su informe apunta a ser comprometido, lo que ha forzado la salida de Leggeri antes de que estalle la tormenta.

Desde que Turquía dejó de ser el guardián migratorio en el Mediterráneo oriental, la guardia costera griega se ha empleado a fondo para evitar un aumento de llegadas de migrantes y solicitantes de asilo a sus costas, que fueron el epicentro de la llamada crisis de los refugiados de 2015.

Desde 2018, cuando Turquía dio por roto el acuerdo con la Unión Europea para frenar las salidas de migrantes desde su costa, provocando una crisis fronteriza que llevó a Grecia a suspender de facto el derecho de asilo en su territorio, las devoluciones en caliente a manos de los guardacostas helenos se han disparado. Y, según las investigaciones de varios medios europeos, Frontex, la agencia de control de fronteras de Unión Europea, consiente y facilita estas operaciones ilegales.

Organizaciones como Aegean Boat Report han documentado decenas de casos en los que grupos de migrantes que han zarpado desde el lado turco son interceptados por las autoridades griegas. En algunos casos, los guardacostas inutilizan el motor de la patera y los remolcan de nuevo hacia aguas turcas. Allí son abandonan a su suerte hasta que, en el mejor de los casos, son localizados y rescatados por los guardacostas turcos.

En el siguiente vídeo, publicado por el portal de investigación Bellingcat, puede verse una operación de la guardia costera griega maniobrando peligrosamente junto a una embarcación de migrantes en apuros en el mar Egeo, en verano de 2020.

Otros vídeos, como este de 2020 filtrado por las autoridades turcas, muestran cómo los guardacostas helenos hostigan y golpean a los migrantes a bordo de una embarcación también en el Egeo.

En otra ocasiones, los migrantes llegan hasta alguna de las islas griegas. Hay casos documentados en los que esas mismas personas que se esconden en los bosques vuelven a ser rescatados días después por los guardacostas turcos. Suelen ir a bordo de balsas salvavidas que han sido también lanzadas al mar, a la deriva. Y según numerosos testimonios de los retornados, es la Guardia Costera griega quien los pone en esos botes de emergencia y los lanza al mar tras confiscarles teléfonos móviles, dinero y otras pertenencias.

Gran parte de estas operaciones, que vulneran los derechos humanos, se han producido con total conocimiento de Frontex. Así lo demuestra una investigación conjunta de Lighthouse Reports, Der Spiegel, SRF Rundschau, Republik Le Monde. Según esta información, la agencia europea estuvo involucrada en operaciones de devoluciones en caliente en el Egeo de al menos 957 solicitantes de asilo solo entre marzo de 2020 y septiembre de 2021. 

El 'libro negro' de los abusos

Hay tantas sombras documentadas en las que Frontex no ha querido reparar que existe incluso un "libro negro" sobre los abusos a migrantes y refugiados que el organismo ha ignorado durante años en la llamada ruta migratoria de los Balcanes.

Son 1.500 páginas en las que se documentan abusos, agresiones, devoluciones en caliente y hostigamiento a ONG que apoyan a los migrantes. Todo realizado por agentes de Estados miembros de la UE, como Croacia, y de terceros países con los que Bruselas colabora, ya sea con fondos, equipamiento o formación. Este Libro Negro de las devoluciones en caliente, elaborado gracias a los reportes de la red de ONG Border Violence Monitoring Network, está en poder de la Comisaria Europea de Interior, Ylva Johansson, desde 2020, cuando se lo entregaron eurodiputados del GUE/NGL.

Bosnia, Croacia, Serbia, Macedonia, Bulgaria o Hungría son algunos de los países en los que se han documentado estos casos, desde palizas a robos de pertenencias, persecuciones con perros durante la noche y, por supuesto, devoluciones en caliente.

Incluso se ha marcado con espray a los migrantes devueltos, según denunciaron en 2020 varias ONG asentadas en Bosnia. Según estas organizaciones, los agentes croatas marcaban con pintura en la cabeza a grupos de migrantes interceptados antes de ser devueltos irregularmente a Bosnia.

Un migrante interceptado por la policía croata, marcado con aerosol en la cabeza antes de ser devuelto en caliente a Bosnia en 2020.
Un migrante interceptado por la policía croata, marcado con aerosol en la cabeza antes de ser devuelto en caliente a Bosnia en 2020. Danish Refugee Council

¿Cómplice de devoluciones de migrantes a Libia?

La presunta participación de Frontex en operaciones que vulneran los derechos humanos se extienden incluso a las aguas de Libia. Esta semana, Sea Watch, la ONG alemana de rescates en el Mediterráneo, ha presentado una denuncia contra la agencia ante el Tribunal General de la Unión Europea. Le acusa de no facilitar información solicitada sobre el bloqueo y devolución a Libia de una patera con 20 personas en aguas de Malta.

La embarcación fue abordada por la Guardia Costera de Libia, señalada en múltiples ocasiones por sus vínculos con las mafias del tráfico de personas, pero financiada, entrenada y equipada con fondos europeos.

Un dron de Frontex.
Un dron de Frontex. AIRBUS

La ONG tiene sospechas de que la embarcación había sido detectada por un dron de Frontex que estaba sobrevolando la zona. A pesar de que el buque de Sea Watch era el más cercano para efectuar el rescate, las autoridades maltesas no dieron aviso a la ONG para rescatarlos. En cambio, fue abordada por los guardacostas libios, que los llevaron de regreso a un país considerado no seguro en el que se han documentado torturas, esclavitud, violencia sexual, extorsión y otros abusos en los centros de detención de migrantes.

El objetivo de la denuncia es obtener la información captada por el dron para "poder probar que Frontex está significativamente involucrado en violaciones de derechos humanos en el Mediterráneo".

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