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Educación y coronavirus Save the Children pide un plan Marshall de 5.000 millones para la Educación que priorice a los más vulnerables

La organización valora las necesidades de inversión entre los 4.200 y los 5.000 millones de euros y que tengan como prioridad cerrar la brecha de desigualdad educativa que se ha ampliado y profundizado durante el estado de alarma. Piden que se priorice la vuelta al colegio presencial de los niños más vulnerables. 

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Alumnos en un aula.

Marisa kohan

La organización de defensa de la infancia Save the Children ha pedido este martes al Gobierno un plan Marshall para la educación, que tenga como prioridad a los alumnos de clases menos pudientes y vulnerables por tratarse de la población donde más se ha ampliado y profundizado la brecha educativa durante el periodo del estado de alarma y el cierre de los centros escolares.

En un informe hecho público este martes titulado Covid-19: Cerrar la brecha. Impacto educativo y propuestas de equidad para la desescalada, la organización cuantifica este plan en una horquilla que va de los 4.200 millones de euros propuestos por el Central Sindical Independiente de Funcionarios a los 5.000 millones estimados por la propia organización.

​"Lo que pedimos es una inversión de choque en educación y con una mirada de igualdad. Que las políticas de desescalada prioricen atacar esta brecha que se ha ampliado y profundizado a lo largo de esta pandemia con una inversión decidida en un país que tiene el abandono más alto de Europa", afirma Andrés Conde, director general de Save the Children.

Esta organización resalta que la brecha ya era una realidad antes del surgimiento de la covid-19, pero que a raíz de las la epidemia y las medidas puestas en marcha para atajarla y prevenir su propagación, se ha producido un incremento de la desigualdad.

"Hemos constatado un aumento de la brecha educativa que ya teníamos en nuestro país. Y esto ha ocurrido en dos sentidos. Se ha hecho más amplia y se ha hecho más profunda y que es el reflejo de una brecha de desigualdad social existente en nuestro país.", añade  Conde.

Entre los motivos que explican este incremento de la desigualdad, la organización resalta algunos factores clave, como que el cierre de los colegios y la disminución de la actividad lectiva puede haber tenido como consciencia la pérdida de aprendizaje y de conocimientos  entre los estudiantes de las familias más desfavorecidas. Este fenómeno, que se constata en los largos períodos de vacaciones de verano no afecta tanto a los hijos de las familias de clase media, que suelen mantener sus competencias, peor sí a las de familias más vulnerables cuyos padres, madres o tutores no tienen la capacidad en muchos casos de apilaras o mantenerlas. En estos cinco o seis meses de no estar en un centro escolar, advierte la organización, este "olvido" podría lastrar el aprendizaje de estos menores.

Por eso la organización pide que la desescalada comience por esta franja de población y que se priorice su vuelta al colegio a la aulas.

Otro de los factores que explican el incremento de la desigualdad es la brecha digital que según cálculos de al organización afecta entre un 5% y un 9% del alumnado, pero que afecta de manera desproporcionada a la población con menos ingresos. Así el 20% del quintil más pobre de los alumnos carecen de acceso a dispositivos y a redes con los que seguir la enseñanza a distancia.

Una encuesta realizada por Save the Children entre los más de 3.000 alumnos a los que atienden y siguen a lo largo de esta crisis, desveló que el 40% de ellos no disponía de medios tecnológicos que les permitieran continuar el aprendizaje.

"El aprendizaje a distancia exige, además, un trabajo mucho más autónomo por parte del alumnado que requiere de un apoyo de los cuidadores. En las clases medias eso se está dando por parte de los padres y madres, pero cuando hablamos de niños en desventaja, sus padres muchas veces no tiene capacidades educativas para poder apoyar a sus hijos en estos aprendizajes más autónomos. No es sólo una cuestión de tener o no dispositivos", afirma Conde.

Añadido a estos factores, la organización resalta el poco seguimientos que los profesores han podido realizar a este tipo de alumnos, por falta de medios digitales, lo que ha contribuido a que se fueran quedando atrás en los conocimientos.

Pero la brecha de desigualdad no sólo afecta a los niños y niñas, sino también a los propios centros educativos que debido a la "segregación escolar" están concentrados en determinados centros educativos, afirman los responsable del informe.  El estudio Pisa de 2018 que estos centros que concentran a los alumnos en desventaja tienen peores dotaciones de profesorado, de medios digitales y materiales.

El efecto de la crísis económica sobre las familias más vulnerables es otro de los motivos que están provocando este mayor incremento de la desigualdad. La inseguridad económica está produciendo un impacto emocional sobre los niños, lo que afecta a su bienestar y que se traduce en una perdida de rendimiento académico, explica Conde.

Por eso Save the Children pide que las políticas de desescalada y de recuperación prioricen la reducción e la brecha educativa como algo fundamental y que se pongan en marcha medidas y una importante inversión económica. Entre ellas destacan: asegurar que existe una inversión en sistemas de educación a distancia, proporcionando tecnología al alumnado y formación al profesorado; que se priorice con recursos su retorno a las aulas a quienes más riesgo de desvinculación tienen; reforzar las plantillas de los equipos de orientación educativa o invertir en programas educativos de verano, entre otras. 

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