Este artículo se publicó hace 2 años.
Elon Musk reconoce que vendió parte de Tesla para "salvar" Twitter
El magnate asegura que la red social pierde cuatro millones de dólares al día: "La declaración de bancarrota no puede descartarse".
Madrid-Actualizado a
Elon Musk reconoció este jueves durante una reunión con empleados de Twitter que vendió 19,5 millones de acciones de Tesla, por un valor de alrededor de 3.950 millones de dólares, para "salvar Twitter", según señaló la cadena de televisión CNBC.
La venta de estas acciones rompe la promesa hecha por Musk a los accionistas de Tesla en agosto de este año, al decir que no se desprendería de más títulos del fabricante de automóviles. El miércoles, el analista de la firma de inversiones Wedbush Securities, criticó a Musk por romper su promesa y acusó al empresario de dañar los intereses de los inversores, según indica Efe.
Musk reconoció la venta de estas acciones apenas 24 horas después de que documentos de Tesla presentados ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) lo reflejaran, haciendo público que esta acción se realizó el 4 de noviembre, pocos días después de que el empresario se hiciera cargo de Twitter.
Esta venta de acciones para "salvar" Twitter, de momento, no han hecho más que perjudicar a Tesla. En lo que va del 2022, las acciones de la fabricante de coches han caído un 52,31%, a pesar de que la empresa pasa por su mejor momento, con beneficios récord de 8.869 millones de dólares en los nueve primeros meses del año. Sólo en la primera semana de control de Twitter por parte de Musk, las acciones de Tesla cayeron un 16%.
¿Qué está pasando con Twitter?
Musk confirmó la compra de la red social el pasado 27 de octubre por unos 44.000 millones de dólares. Tras su adquisición, se produjeron despidos de miles de empleados, y el nuevo propietario los justificó revelando que la plataforma pierde cuatro millones de dólares al día.
Tras reconocer que "el panorama económico es alarmante", el pasado miércoles Musk detalló algunos de sus planes para transformar Twitter, entre ellos un sistema de pagos a través de la plataforma y la posibilidad de ofrecer otros servicios financieros como tarjetas de débito y cuentas bancarias.
En una reunión de la sede central en San Francisco, el magnate aseguró este jueves que "la declaración de bancarrota no puede descartarse", según aseguran la agencia Bloomberg y otros medios económicos. Tras eso, dijo que la compañía necesitaba con urgencia que los usuarios pagaran los ocho dólares que se requieren por cuentas verificadas, una idea muy controvertida y que genera polémica en la propia red. Aun así, la controversia parece que no frena al nuevo dueño de la plataforma.
Abandonos en la compañía
En este ambiente de incertidumbre, varios directivos de la compañía siguen abandonando sus cargos, entre ellos Yoel Roth -que en la última semana figuraba como estrella emergente de Twitter y al que el propio Musk citó con frecuencia en sus tuits- y Robin Wheeler.
Estos nombres se suman a los abandonos de otros ejecutivos conocidos: Lea Kissner, Damien Kieran y Marianne Foggerty, que pasaban por ser los máximos responsables de las unidades de seguridad para los usuarios (solo Kissner lo ha reconocido en su propia cuenta en la red). El diario New York Post no duda en calificar lo sucedido como "abandonos de un barco que naufraga".
Los anunciantes -entre ellos General Motors o Volkswagen- no acaban de ver claro los planes de Musk con Twitter y han sido varios los que por prudencia han retirado su publicidad de la red hasta tener una idea del futuro de la plataforma.
"Profunda preocupación" por el panorama
Los métodos de la financiación de la adquisición de Twitter no se han hecho públicos. La opacidad de la operación provocó que este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abriese la puerta a una investigación para saber si Arabia Saudí participó en la adquisición de Twitter. A principios de octubre, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) abrió una investigación durante el proceso de compra de Twitter por parte de Musk por un valor de 44.000 millones de dólares.
La FTC declaró este jueves a través de un portavoz que estaban siguiendo de cerca "con profunda preocupación las últimas acciones de Twitter", después de las renuncias de varios ejecutivos encargados de privacidad y regulación. Recordaron a Musk que "ningún director ejecutivo está por encima de la ley" y que disponen de herramientas suficientes "para asegurar el cumplimiento" de las normativas.
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