Con el año escolar ya terminado, los niños pasan gran parte de su tiempo en casa. Además, las altas temperaturas dificultan que los más pequeños puedan jugar en el exterior durante muchas horas. En este caso, la mejor opción para que no abusen de las pantallas es fomentar en ellos algunas actividades creativas que les diviertan a la vez que aprenden.

"Cada vez que un niño se aburre es una oportunidad para desarrollar su creatividad", asegura a Público Miguel Navarro, CEO y principal formador de la escuela online Productividad Feroz. Según Navarro, ser consciente de los peligros que genera el uso de las pantallas es clave para modificar el comportamiento. 

"El excesivo uso de las pantallas perjudica el desarrollo de los cinco sentidos", señala el director. Navarro explica que un aumento del consumo de pantallas produce mayor cantidad de cortisol —la hormona del estrés— y, dopamina —la hormona del placer—. A pesar de que ambas sustancias son beneficiosas para la salud, el especialista asegura que un exceso de ellas puede provocar episodios de estrés, ansiedad y rabietas.

Junto a Alba Sánchez, maestra de primaria, Navarro propone una serie de actividades creativas para realizar con los niños en casa estas verano.

Formar un club

Los especialistas aseguran que una actividad creativa y divertida puede ser formar un club con ellos. En esta tarea los más pequeños pueden elegir el nombre que más les guste, una temática, actividades relacionadas con el tema, dibujar un escudo, establecer contraseñas, inventarse un saludo especial, "y hasta crear un carné de socio", explican.

Organizar una búsqueda del tesoro

"Este juego es emocionante y, a la vez, creativo. Lo mejor es que los niños puedan vivirlo desde ambas partes y decidan qué esconder, que creen pistas que sean divertidas, y tras encontrar el tesoro, invertir los papeles y que sean ellos los que tengan que descubrirlo", cuentan los expertos. Según los formadores, este tipo de juegos puede ayudar a los niños a fomentar la curiosidad, la emoción y la motivación.

Desarrollar un espacio creativo

"Como los adultos, los niños también necesitan un espacio de trabajo o un lugar de contexto para desarrollarse", cuenta Navarro. Para que el niño pueda tener cierta libertad dentro del espacio de la casa, los especialistas recomiendan preparar 5 cajas, una con materiales reciclados como plásticos, cartones o tapones. En otra caja habrá pinturas de todos los colores y todos los tipos, tanto ceras, como lápices, bolígrafos, rotuladores o acuarelas.

La tercera caja tendrá material para modelar, como arcilla o plastilina de colores. En la cuarta se pondrán disfraces, —no solo comprados—, sino también ropa vieja, corbatas, pajaritas y cualquier tejido que se pueda utilizar para disfrazarse. Y, por último, la quinta caja contendrá juguetes relacionados con distintas profesiones, como veterinario, mecánico o cocinero.

Crear muñecos con personalidad

En el hogar hay infinidad de objetos que se pueden utilizar para crear un muñeco, como calcetines, telas viejas, rellenos de cojín o botones. "Tras terminar el muñeco, se puede animar a los niños a preguntarle al muñeco cosas y responderlas. Por ejemplo, cuál es su nombre o a qué le gusta jugar", explican los especialistas.

Además, ambos expertos aseguran que esta actividad permite a los más pequeños trabajar su creatividad mientras crean un personaje ficticio. "Cando menos definido esté un juguete, mejor. Así pueden coger más cariño al muñeco dotándole de una personalidad", afirman.

Aventuras florales

Otra de las alternativas para entretener a los niños en verano es salir al campo o a una floristería a identificar flores. "Se puede aprovechar una visita a la biblioteca para sacar un libro sobre flora y así que les sea mas fácil el reconocimiento", explica Navarro.

Además, los dos especialistas sugieren coger las flores favoritas para realizar algún marcapáginas. "Las flores tienen una gran belleza y han sido inspiración para cientos de artistas en muchas de sus creaciones", opinan.

Falta de recursos en la escuela pública

"El sistema educativo reduce la creatividad. Los niños en el futuro van a ser todavía menos creativos y menos capaces de diferenciarse", opina Navarro. El director señala la falta de recursos, en la educación pública, para que los maestros puedan personalizar la enseñanza. 

Además, Navarro hace hincapié en que a pesar de que los docentes tienen una labor fundamental en el desarrollo del niño, "los padres en casa tienen la responsabilidad de cuidar ese desarrollo creativo".

El director relaciona esta responsabilidad con el crecimiento de la inteligencia artificial (IA). "Para que un adulto triunfe en un futuro va a requerir creatividad, ingenio y capacidad para resolver retos. Las pantallas permitir que los niños piensen", opina.