Este artículo se publicó hace 2 años.
Dos exalumnos del internado del Valle de los Caídos acusan a seis monjes de abuso sexual
Los dos hombres han señalado que cuando eran menores ingresaron en el centro y cómo varios religiosos solían agredir sexualmente de los niños internados.
Madrid-Actualizado a
Dos exalumnos del internado del Valle de los Caídos han denunciado haber sufrido abusos cuando eran menores por parte de seis monjes en los años sesenta y setenta. Antonio Arévalo González y José G. han acusado a seis monjes de ser los autores de estas agresiones.
El último ya ha presentado su denuncia ante la comisión de investigación del Defensor del Pueblo, según El País. Ambos eran hijos de republicanos y fueron a estudiar al internado en busca de oportunidades educativas. Antonio ingresó en el centro en 1959 y permaneció en él hasta 1961, de los nueve a los 11 años. José G., llegó en 1967 y estuvo hasta 1971. En su caso, de los diez a los 14 años.
Antonio Arévalo González ha denunciado abusos sexuales por parte de cinco monjes. Arévalo ha acusado a Albino Ortega, que falleció en 1980, como uno de los agresores. También ha señalado a otro monje cuyas siglas son L. S. B., también fallecido. El antiguo alumno ha mencionado a otros tres religiosos, tras conocer las experiencias de otros compañeros, pero reconoce que él no sufrió agresiones de ninguno de ellos. Las iniciales de uno de ellos son J. A. G. Otro es el hermano F. y del último solo recuerda el apodo, La Oveja.
Por su parte, José G. ha acusado a un monje que responde a las siglas de T. B., que se aprovechó de su interés por los sellos para llevarlo a su celda y abusar de él. José ha explicado que no fue el único niño que sufrió abusos por parte de este religioso y que él y sus compañeros tenían que ser astutos para sobrevivir en el internado. Ha añadido que nunca denunció los abusos por temor a enfrentarse a la Iglesia y, en consecuencia, al Estado de la dictadura. Ahora, quiere que se sepa la verdad y que haya "justicia y reparación".
Desde la finalización de la construcción del Valle de los Caídos, en 1958, el lugar ha contado con un internado de niños que formaban parte de la escolanía. Los jóvenes integraban el coro infantil y se dedicaban a acompañar las misas celebradas en el monasterio y la basílica. Actualmente, el internado sigue funcionando.
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