Este artículo se publicó hace 2 años.
La falta de ambulancias desespera a la población de la Sierra Sur de Sevilla
Los vecinos llevan años reclamando a la Junta más servicios de urgencias en una comarca muy extensa y con malas comunicaciones, que sufre una crónica falta de profesionales sanitarios.
Sevilla-Actualizado a
La Sierra Sur es una de las comarcas más pobres de Sevilla y de las más alejadas de la capital. Su población se halla muy dispersa entre un buen número de pueblos conectados con deficientes carreteras por las que transitan ambulancias que deben hacer cientos de kilómetros para cubrir las urgencias que puedan surgir entre miles de habitantes. En ocasiones, pueden tardar más de una hora y hasta más de dos en llegar, según los vecinos. A veces, lo hacen demasiado tarde, muchas veces sólo con un conductor a bordo, por falta de médicos, enfermeros, para cubrir el servicio.
Dentro de la Sierra Sur, la Zona Básica de Salud de Estepa cubre una población de cerca de 50.000 habitantes en nueve municipios con varias pedanías, que se extienden en un radio de decenas de kilómetros, muy distanciados entre sí. Esa población es mayor que la de la ciudad de Soria o Miranda del Ebro y similar a la de Boadilla del Monte, en Madrid, Denia, en Alicante, o Portugalete, en Vizcaya, pero su extensión es muchísimo mayor. Y para toda esa zona hay en servicio tres ambulancias, una que se ocupa únicamente de la localidad de Estepa, la más poblada (12.500 habitantes) y las otras dos que cubren el resto de la comarca, aunque por la mañana, cuando están abiertos los centros de salud de cada municipio, únicamente hay una disponible.
De modo que las mañanas, con una sola ambulancia en servicio, no son un buen momento para tener una urgencia en esta comarca sevillana. Por ejemplo, si esa ambulancia se encuentra realizando un servicio en Marinaleda y en ese momento recibe un aviso urgente de Badolatosa, el tiempo que tardará en atenderlo se alargará bastante, porque, si el caso de Marinaleda es grave, tendrá que desplazarse primero hasta el hospital comarcal de La Merced en Osuna, lo que le llevará unos 26 minutos, y después necesitará cerca de 40 minutos para llegar a Badolatosa, situada a 47 kilómetros de Osuna, de acuerdo con los cálculos que hace Google Maps.
El Comandante murió en el coche de su hija, camino del servicio de urgencias de Estepa
Carmen Romero vivió esa dramática experiencia hace doce años con su padre, Juan Antonio Romero Sánchez, quien había sido alcalde de Badolatosa y diputado en la primera legislatura del Parlamento andaluz, conocido también como El Comandante por su lucha al frente de las protestas jornaleras tan frecuentes en los años ochenta en esta parte de Andalucía que pedía reforma agraria y tierras para trabajar. El Comandante murió en el coche de su hija, camino del servicio de urgencias de Estepa, porque no había una ambulancia disponible para llevarlo y el centro de salud del pueblo ya estaba cerrado.
Eran las tres menos cinco de la tarde. La hora no se le olvida a Carmen Romero, que a raíz de esa desgracia creó la Plataforma Médicos 24 Horas Ya Sierra Sur de Sevilla. Antonio Romero, con 58 años, murió de un infarto cuando faltaban menos de diez kilómetros para llegar al ambulatorio de Estepa. "Nunca es seguro decir que no hubiera muerto si lo hubiesen atendido a tiempo. Eso no se puede saber. Pero lo cierto es que el 70% de las urgencias vitales se salvan si se atienden a tiempo", dice su hija.
La funeraria que llegó antes que la ambulancia
Sin embargo, aquel no fue el último episodio desgraciado. Según la ahora portavoz de la Plataforma Médicos 24 Horas, ha habido bastantes más: el de un joven de 28 años de Badolatosa, a quien su mujer llevaba al hospital en su coche y murió cuando faltaba media hora para que abriera el centro de salud del pueblo; el de un hombre con problemas en el aparato digestivo que sufrió una hemorragia fatal a la que llegó antes el vehículo de la funeraria que la ambulancia; o el de una mujer que había sufrido un ictus y estuvo esperando una hora y cuarenta minutos a que llegara la ambulancia son algunos de ellos.
El último caso, asegura Carmen Romero, se produjo hace sólo unas semanas. Un hombre que sufría graves problemas de respiración a causa de una epilepsia tuvo que esperar cerca de una hora a que llegara la ambulancia, que llegó, además, sólo con el conductor, sin médico ni enfermero para ocuparse del enfermo mientras lo conducían al hospital de Osuna, seguidos por la mujer y el hijo en su coche, angustiados por la suerte que podría estar corriendo su allegado.
Ocho de los diez municipios con las rentas más bajas de la provincia de Sevilla se encuentran en la Sierra Sur
"Cuando consideran que no es una urgencia vital, sólo viene el conductor, porque hay pocos profesionales sanitarios. En esta zona hay unas carencias enormes, que quien no viva aquí no se puede ni imaginar", se lamenta Romero. Las carencias de este servicio público básico se agravan aún más, si cabe, por la lejanía de la capital –Badolatosa está a 131 kilómetros de Sevilla, Casariche, a 120-, las malas comunicaciones y las penurias de sus habitantes para salir adelante en una comarca eminentemente jornalera de latifundios. Ocho de los diez municipios con las rentas más bajas de la provincia de Sevilla se encuentran en la Sierra Sur, según la última estadística publicada por el Ministerio de Hacienda. La población de Marinaleda, a la cola, tiene unos ingresos medios de 12.600 euros anuales, la mitad de la que registran los más ricos, Tomares y Espartinas, en los alrededores de la capital hispalense.
Las carencias, además, no son nuevas. "Esto pasa desde hace mucho tiempo –subraya la portavoz de Médicos 24 Horas-, cuando se hablaba de la joya de la corona y nosotros ya decíamos que aquí teníamos bisutería de la mala". Entonces, gobernaba el PSOE, lo hizo durante 37 años en la Junta, pero PP y Ciudadanos lo han hecho en los últimos tres años y medio y la situación, añade, no ha mejorado; al contrario, ha empeorado, a causa de la pandemia, de la falta de inversión, de más olvido.
Cuando estaba en la oposición, el PP se afanó en denunciar las deficiencias del sistema sanitario en la Sierra Sur, en acusar a la Junta de "abandonar" a esta comarca, en pedir más médicos, más medios. Una delegación popular, con su presidenta provincial a la cabeza, Virginia Pérez, visitó la zona pocos meses antes de las elecciones de 2018 que llevaron a Juan Manuel Moreno Bonilla a la presidencia de la Junta, y se reunió incluso con representantes de la Plataforma Médicos 24 Horas que mantenían un encierro en el hospital de Osuna para exigir mejoras en la asistencia sanitaria.
Y cuatro años después, esa plataforma sigue exigiendo lo mismo, porque aún no han atendido sus demandas. Entre ellas, que la Zona Básica de Estepa se divida en dos, para que los municipios más alejados dispongan de otro servicio de urgencias permanente con ambulancia en Badolatosa, abierto las 24 horas del día. "Las mejoras no llegan –se queja Carmen Romero-. Las urgencias siguen igual de mal. Únicamente pusieron hace unos años otra ambulancia en el centro de salud de Jauja –pueblo limítrofe ya en la provincia de Córdoba-, para cubrir fines de semana y días festivos en Badolatosa y Casariche. Y cuando el médico de allí se va con la ambulancia, tienen que cerrar el centro de salud. Ponen un cartelito que dice: 'Perdonen las molestias, tengo que salir con una urgencia, voy a tardar dos horas'".
Miedo a vivir en una zona sanitariamente insegura
La falta de ambulancias para cubrir las urgencias de la comarca y el déficit de profesionales sanitarios en sus centros de salud provocan todo lo contrario a un efecto llamada, según la Plataforma Médicos 24 Horas. "Hay mucha gente –dice su portavoz- que no viene a vivir a estos pueblos porque tiene miedo, gente mayor que emigró y querría volver a sus casas, pero que les da miedo con esta falta de médicos, de ambulancias, con estas carreteras que son muy malas, con las malas comunicaciones que hay. Y también hay profesionales sanitarios que prefieren no venir a trabajar a esta zona o que vienen a trabajar y se van rápido cuando ven cómo están las cosas".
Buena parte de los ayuntamientos de la Sierra Sur llevan también años reclamando mejoras en la cobertura sanitaria de la comarca. Entre ellos, el de Pedrera, un municipio de algo más de 5.000 habitantes. Su alcalde, Antonio Nogales, de Adelante Pedrera-IU, ve "muchísimas deficiencias", algunas motivadas por la pandemia y otras endémicas en la comarca, que aún no se han solucionado, como la falta de personal, que "está en mínimos", dice, entre otras razones porque no se cubren las bajas.
La falta de ambulancias, según Nogales, crea mucha inseguridad entre la población, porque dos son muy pocas para cubrir una zona tan extensa. "Pedimos que hubiera otro centro de urgencias en Badolatosa, que es el municipio más lejano, pero no han hecho nada. También hemos protestado porque aquí en el centro de salud es rarísimo el día que hay más de dos médicos trabajando, cuando debería haber siempre cuatro pasando consulta, y el pediatra lo tenemos que compartir con el pueblo de Gilena. Hemos puesto reclamaciones, pero ya no sabemos qué más hacer. Se está notando el hachazo que han dado a la sanidad y parece que lo que pretenden es que la gente se vaya a los seguros privados", afirma el alcalde de Pedrera.
La Marea Blanca de la Sierra Sur por la defensa de la sanidad pública lleva también años reclamando mejoras que no ve llegar. "Las listas de espera han aumentado enormemente, conseguir cita en los centros de salud parece una misión casi imposible: en Pedrera y Osuna hemos comprobado que la espera para una atención telefónica está en siete, ocho días, y si es presencial, en más de diez. En más de un centro, además, no se puede pedir cita por teléfono, porque no te contesta nadie...". Este es el panorama que describe el portavoz de la plataforma, Juan José Monedero.
"Hay menos profesionales que antes, casi no hay pediatras en los centros de salud"
La situación de la sanidad pública en esta zona de Sevilla no ha mejorado con el gobierno de PP y Ciudadanos en la Junta, según la Marea Blanca. Al contrario: "ha empeorado", asegura su portavoz. Y da unos cuantos ejemplos de ello: "Hay menos profesionales que antes, casi no hay pediatras en los centros de salud, lo habitual ya es que no los haya en el 90% de los centros y que su trabajo lo haga un médico de familia. No hay unidad de neurología en el hospital de Osuna, así que para tratar cualquier problema neurológico hay que irse a Sevilla; no hay unidad de rehabilitación cardíaca; para hacer pruebas complementarias, como endoscopias, te mandan a Lucena –municipio de Córdoba, a 69 kilómetros- para que te las hagas allí, con el consiguiente coste de transporte; las resonancias magnéticas te las hacen en un autobús, porque no tienen sitio dentro del hospital...".
Un año sin pediatra y la unidad de salud mental cerrada
La falta de pediatras es uno de las mayores carencias de esta comarca. Así lo atestigua también la portavoz de la plataforma Médicos 24 Horas Sierra Sur, quien asegura que en Badolatosa han estado un año sin un médico especializado en la atención de la infancia. Un día se dio de baja la pediatra por un accidente y durante una buena temporada los niños y niñas de ese pueblo tuvieron que desplazarse a Estepa cada vez que necesitaban que les viera un pediatra. Ahora, ya tienen de nuevo pediatra, pero, eso sí, compartido con Marinaleda. Cada mañana, la médica pasa consulta tres horas en un pueblo y luego otras tres horas en el otro.
En la Marea Blanca tienen claro que lo que sucede en la Sierra Sur de Sevilla es algo que suele ocurrir en las zonas más distantes de los grandes centros de poder político y económico, de las capitales de provincia, de las grandes ciudades. "Las comarcas más alejadas de la ciudad son las que suelen tener una peor asistencia sanitaria, a las que los médicos ponen más reticencias para ir a trabajar, porque hay menos incentivos económicos, menos compensaciones, y por tanto se acaban cubriendo menos plazas de profesionales", explica Juan José Monedero.
Las dificultades para encontrar profesionales que quieran trabajar en zonas como la Sierra Sur quedó patente a finales del pasado año, cuando la Junta de Andalucía tuvo que cerrar la Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Hospital La Merced de Osuna, porque no encontraba psiquiatras para cubrir las bajas del servicio. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) se vio obligado a trasladar a los pacientes internados en esa unidad, con 11 camas, a tres hospitales de la ciudad de Sevilla, situada a cerca de 100 kilómetros.
Sindicatos, alcaldes y organizaciones de familiares y enfermos de salud mental pusieron el grito en el cielo por el cierre de una unidad de hospitalización que atiende a una población de más de 170.000 personas, similar a la que tienen capitales como Santander, Burgos o Albacete. A primeros de febrero, el SAS la reabrió con un refuerzo de psiquiatras desplazados desde la capital sevillana, lo que originó protestas de estos profesionales. Y en mayo, los problemas continúan.
La Marea Blanca de Sierra Sur asegura que lo único que se ha hecho es dotar con un psiquiatra más a la unidad de hospitalización, que se ha abierto con la mitad de las camas que tenía antes del cierre, mientras la espera para una consulta supera los seis meses, lo que, a su juicio, puede agravar considerablemente la situación de un paciente con un problema de salud mental.
Moreno Bonilla fue al hospital de Osuna en marzo a inaugurar su nueva UCI, pero ahí evitó hablar de las movilizaciones que sindicatos, ayuntamientos y plataformas sociales habían convocado en esos días para exigir mejoras en la atención sanitaria de la Sierra Sur. El presidente andaluz aseguró entonces que al área sanitaria de Osuna se habían incorporado cerca de medio millar de profesionales en los últimos tres años.
En el documento con las reivindicaciones que han hecho llegar a los partidos que se presentan a las elecciones andaluzas del próximo 19 de junio, las Mareas Blancas incluyen una docena de puntos de mejora referidos a la Sierra Sur. Además de la reapertura a pleno rendimiento del área de hospitalización de Salud Mental y de sus consultas en atención primaria, reclaman un punto de urgencias en la zona de Casariche-Badolatosa y otro nuevo equipo de emergencia en El Saucejo, la creación de una Unidad de Neurología y de otra de Endocrinología en el hospital La Merced, así como la cobertura de todas las plazas para disminuir las listas de espera en los centros de salud, entre otras medidas.
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