Las familias españolas ven cada vez más complicado elegir un lugar asequible donde pasar sus vacaciones. Las guerras y la inestabilidad económica que llevan consigo han encarecido muchos productos como la gasolina, el aceite o bienes de primera necesidad.

Del mismo modo, los precios de las vacaciones también se han encarecido. El estudio de la entidad financiera Oney revela que este verano las vacaciones en verano supondrán un gasto medio de 1.339 euros, un 48% más que en 2024. La duración de las vacaciones suele ser la misma, alrededor de una semana.

No obstante, ocho de cada diez españoles asegura que se va de vacaciones este verano. Una cifra que no ha dejado de subir desde 2022, según el Barómetro de Vacaciones de 2025 elaborado por Ipsos.

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En el caso del turismo nacional, en 2024 descendió un 2,3%, mientras que los viajes internacionales se incrementaron un 12%. El año pasado, el 17,4% de los trabajadores y trabajadoras españolas no podían permitirse una semana de vacaciones, según determinaba el análisis de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Estas cifras indican que estamos ante un deterioro del progreso social, resultado de la desigualdad económica, que se aprecia desde el acceso a una vivienda hasta el disfrute de vacaciones a las que todos tenemos derecho.