Este artículo se publicó hace 4 años.
El Gobierno activa una red de alerta en el agua de cloacas y ríos para anticiparse a los repuntes del coronavirus
El Ministerio para la Transición Ecológica comienza a difundir los resultados de una red de 32 depuradoras urbanas que lleva veinte semanas haciendo un seguimiento de la presencia del coronavirus en las aguas fecales que entran a esas estaciones y la que sale de ellas una vez tratada.
Zaragoza-
Una red de 32 estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas ha comenzado a operar como red centinela para hacer un seguimiento de los repuntes de la incidencia de la pandemia, y anticipar su existencia, bajo la coordinación del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), que ha empezado a publicar los resultados tras veinte semanas de pruebas en las que los técnicos han ido calibrando los sistemas de recogida de muestras y de análisis.
El planteamiento de base del programa es sencillo. El rastreo de contactos de los positivos de covid-19 con síntomas sigue siendo el único método conocido hasta ahora para detectar a los asintomáticos, pero hay otro que permite calibrar la incidencia real de la pandemia (e incluso anticipar sus variaciones) en los núcleos de población: el análisis de las aguas fecales de ese núcleo urbano, ya que el cuerpo humano excreta el coronavirus, tenga síntomas o no quien lo porta, en las heces.
"Las depuradoras son mecanismos de alerta ante cualquier pandemia, no solo con la actual", explica Luis Babiano, gerente de Aeopas (Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento), que reclama la puesta en marcha de un plan nacional de detección para utilizar estas instalaciones como red de vigilancia.
Y ya comienza a haber evidencias de que este tipo de seguimientos permite detectar las variaciones de la incidencia de manera anticipada. Pedro Tomás de la Vega, responsable del laboratorio Promedio, explica en la ponencia que expuso en uno de los recientes webinar de Aeopas cómo en algunas depuradoras de la provincia de Badajoz han conseguido una "anticipación en la tendencia ascendente o descendente entre 3 y 5 días en el caso de muestras puntuales en el punto de máxima carga y en frecuencia semanal de muestreo".
La carga viral desciende en las últimas semanas
El proyecto Vatar-Covid-19 (Vigilancia y Alerta Temprana de covid-19 en aguas residuales), desarrollado por el Miteco, el Ministerio de Sanidad y el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), el Cedex (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas) y las comunidades autónomas, parece un punto de partida para llegar a ese objetivo, ya que su finalidad consiste en "identificar la presencia de personas infectadas por covid-19 a través de las aguas residuales de la depuradora de la población" rastreando en ellas, tanto a la entrada desde las cloacas como a la salida del caudal tratado hacia el río, la presencia de fragmentos de ARN del SARS-CoV-2, que es el nombre del coronavirus que ha desatado la pandemia.
Esos resultados, que el Miteco ha comenzado a publicar con periodicidad semanal (acceda aquí) tras veinte semanas de pruebas iniciadas el 14 de julio, sirven "como indicador de la evolución de la pandemia, permitiendo analizar de forma indirecta los efectos de las medidas de cara a la desescalada en su caso", informa el ministerio.
Hasta finales de noviembre se habían realizado 588 muestreos en el agua de entrada y 180 en el de salida con los que "a partir de mediados de agosto" se ha venido detectando material genético del virus en todas las estaciones, si bien ahora se registra "una menor carga" que durante la punta de la segunda ola, que se produjo a partir de mediados de octubre.
Eso, añade, "podría corroborar el impacto positivo de las medidas que se están tomando" para bajar la curva, aunque las lluvias de las últimas semanas ponen en cuarentena ese análisis por sus eventuales efectos alteradores en los resultados.
Baja la incidencia en el sur y el centro de Madrid
Los datos, que las depuradoras toman en tiempo real pero que el Miteco publica con un desfase de una semana, indican que en la última semana de noviembre se produjo un aumento significativo de la presencia de ARN del virus en Don Benito (Badajoz) y crecimientos de menor entidad en Córdoba, Las Palmas de Gran Canaria y Lleida, mientras se daba la tendencia contraria en Granada, Bilbao, Oviedo, Valladolid y dos zonas de Madrid. Las otras 22 depuradoras reflejaban una tendencia estable.
Ese descenso de la capital se produjo en las estaciones de La Gavia y de Viveros de la Villa. La primera devuelve al Manzanares las aguas de la zona sudeste de la capital, las de Vallecas y Villaverde entre otros distritos, y la segunda las de otros del área noroeste, como Tetuán, Chamberí o Moncloa-Aravaca.
Las otras cuatro depuradoras de la comunidad integradas en el proyecto -Rejas (noreste de la capital), La China (sureste), Arroyo del Soto (Móstoles) y Torrejón (Torrejón de Ardoz)- mostraban una tendencia estable, sin apenas variaciones
El seguimiento de las semanas anteriores a los primeros informes publicados, de los que el de este jueves es el segundo, reflejan dientes de sierra con varios incrementos y descensos desde el mes de octubre en ciudades como Valencia, Córdoba, Torrejón, Tudela, Oviedo, Las Palmas, Igualada, Barcelona, Móstoles y el centro y el noreste de Madrid, mientras en el resto los indicadores van alternando el descenso con la estabilización, caso de Santander, Soria, Oviedo o Zaragoza.
"Las potabilizadoras son seguras"
¿La presencia del ARN del coronavirus en la salida de las depuradoras indica que este puede estar introduciéndose en las redes de distribución de agua potable de los municipios situados aguas abajo de otros cuyas depuradoras los vierten al río del que se abastecen aquellos? No, salvo que carezcan de plantas de potabilización.
Babiano lo descarta de plano. "Las potabilizadoras son seguras y evitan que la covid-19 entre en la red de distribución de agua de boca. No ha habido ninguna incidencia en toda la pandemia, pese a los bulos que provocaron el acaparamiento de agua mineral", sostiene, gracias a los tratamientos con cloro y, en algunos casos como los del Canal de Isabel II en Madrid y Emasesa en Sevilla, con clorina. En cuanto a la función de las depuradoras, señala que "su función se da en los momentos iniciales de los ciclos" epidémicos como espacio de alerta. "Cuando la presencia es repetida no cumplen una función de confirmación más que de alerta", añade.
"Un sistema más efectivo que los cribados de población"
Aeopas ha organizado dos webinar sobre los Avances y experiencias en la monitorización de SARS.COV-2 en las aguas residuales urbana, algo que en ciudades como Sevilla lleva haciendo su empresa municipal Emasesa desde el inicio de la pandemia.
Su responsable de Gestión y Protección Ambiental, Pablo Rasero, sostuvo en su ponencia que se trata de un "efectivo sistema de alerta temprana de la circulación del virus si se efectúan controles dos veces por semana" en la red de agua residuales que permite "informar a la autoridad sanitaria puntualmente" de los picos de presencia de la covid-19 en la ciudad. Y, paralelamente, ofrece la "posibilidad de implantar sistema de alerta temprana con otros patógenos" como el virus del Nilo, que el pasado verano se cobró varias vidas en la provincia, o la gripe, entre otros.
El seguimiento de las aguas fecales supone un "sistema oneroso aunque más económico que los cribados a la población" con pruebas PCR y test de antígenos, señala, a lo que se une la posibilidad de calibrar la presencia de contagiados asintomáticos y con síntomas, ya que todos ellos utilizan la red de agua sanitaria.
Las trazas del virus se mantienen cuatro semanas en el agua
La red Vatar-Covid-19, que convive con otras locales como la de 54 depuradoras que ha puesto en marcha la ACA (Agència Catalana del Agua), integra a varias empresas públicas municipales que llevan bastante trabajo avanzado en esta materia, que puede resultar clave para la gestión de la pandemia.
En este sentido, AquaVall, la empresa municipal de aguas de Valladolid, está trabajando con la universidad de esa ciudad en el diseño de "una plataforma online de predicción epidemiológica del SARS-CoV2 e Influenza basada en datos de aguas residuales", según explica su gerente, Pedro Luis Arroyo, en su ponencia, en la que ofrece algunos datos de interés.
Por una parte, el rastro de la covid en las aguas fecales se mantiene, pese a su "muy baja infectividad", durante periodos de "hasta 27,9 días desde el primer síntoma" de quien excreta el virus en esas heces, lo que duplica con creces la persistencia de 11,2 días que se da en las muestras respiratorias; es decir, cuatro semanas frente a una y media, y en una red que utilizan todos los ciudadanos.
No obstante, Arroyo se inclina por verificar los resultados de estos seguimientos "con otros indicadores de vigilancia epidemiológica", ya que "la detección de trazas genómicas no siempre está correlacionada con unidades infecciosas".
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