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La hija de Paul Walker demanda a Porsche por dejar morir "quemado vivo" a su padre

Ha presentado una demanda contra la marca de deportivos en la argumenta que las características del coche hicieron que el actor quedara atrapado tras el accidente. 

En este estado quedó el Porsche en el que falleció el actor Paul Walker.

REUTERS

La hija del célebre Paul Walker, fallecido en noviembre de 2013 tras sufrir un accidente mientras viajaba de copiloto en un Porsche Carrera GT, ha presentado este lunes una demanda contra la compañía alemana por homicidio doloso. El vehículo se incendió tras chocarse.

Meadow Walker afirma en la denuncia que el fabricante de automóviles escatimó en características de seguridad que podían haber evitado el accidente o, al menos, haber salvado la vida de su padre. 

Paul Walker iba de pasajero en un Porsche Carrera GT de 2005 conducido por su amigo Roger Rodas, quien perdió el control del vehículo antes de que este se saliera de la vía y se empotrara contra unos árboles y un poste de electricidad en Santa Clarita, al noroeste de Los Angeles, matando a los dos ocupantes. Rodas circulaba a 160 km/h cuando se estampó y el incendio que se produjo en el interior del vehículo le produjo tales quemaduras al actor que no pudo ser identificado visualmente.

La demanda argumenta que Porsche sabía que el modelo en cuestión tenía una "historia de problemas de inestabilidad y de control" y que los cinturones de seguridad fueron diseñados de tal manera que en un accidente, el anclaje del cinturón se saldría de su sitio y que ello fue lo que "rompió el torso de Walker con miles de libras de fuerza, rompiendo así sus costillas y la pelvis (...) y atrapándolo en una posición supina, donde permaneció vivo hasta que el vehículo ardió en llamas un minuto más tarde".

"En ausencia de estos defectos en el Porsche Carrera GT, Paul Walker estaría hoy vivo", añade la demanda.

Por el momento, Porsche no se ha pronunciado al respecto de esta demanda pero los abogados de la compañía ya dijeron en abril que Rodas fue el culpable del accidente a raíz de una demanda presentada por su viuda contra Porsche Norteamérica el año pasado, de la que la compañía salió indemne. Los abogados de la compañía automovilística ya negaron entonces que el coche tuviera algún defecto.

La muerte de Paul Walker, a los 40 años, obligó a detener el rodaje de Fast and Furious 7, en el que participaba. Esta saga de películas con carreras callejeras de coches fue la catapultó a Walker a la fama.

La noticia de la demanda no llega en el mejor de los momentos para Porsche, ya que el viernes pasado el que era su presidente, Matthias Müller, fue nombrado nuevo consejero delegado del grupo Volskswagen tras el escándalo del software ilegal instalado en once millones de vehículos para trucar sus emisiones de gases contaminantes.

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