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Llega el juicio de Nani, la activista de la PAH que se enfrenta a la cárcel por frenar un desahucio

Seis años después de que se archivara el caso en primera instancia, la Fiscalía pide para Nani dos años de prisión, y la acusación particular, dos y medio.

Plataforma Nani Absolución
La activista Nani Martínez, en una concentración en defensa de su absolución. Guillermo Martínez

A Nani Martínez nunca se le olvidará aquel 17 de enero de 2017. En plena ola de frío, una familia iba a ser desahuciada en la madrileña ciudad de Alcalá de Henares. Cuando todo pasó, un sabor amargo se le quedó en la garganta. Sí, la PAH Corredor del Henares consiguió parar el desalojo, carga policial mediante, pero uno de los agentes, tras bajarse la braga que cubría su rostro, le había señalado: "Te vas a cagar", le dijo. Al rato, ese policía y otro compañero le identificaron. Fue el paso previo a recibir una comunicación del juzgado. A Nani la acusaban de haber placado a uno de los policías y haberle provocado una fractura en la pierna. Este 14 de febrero se sentará en el banquillo de los acusados. La activista se enfrenta a más de dos años de prisión por un presunto delito de atentado a la autoridad.

La jueza que instruyó el caso no vio indicios de delito. "Ella fue muy resolutiva en el escrito: no vio verosimilitud entre las acusaciones que nos hacían los agentes y los partes de lesiones que presentaron", relata la propia Nani, quien recuerda con todo detalle lo que ella y sus compañeros de la PAH sufrieron hace ya seis años: "Desde por la mañana, la Policía quiso acceder a la vivienda antes de que llegara la comitiva judicial, y nos pusimos en la puerta para impedirlo. Después empezaron a llegar más agentes, la mayoría sin identificación policial y todos con la cara tapada con una braga". Según relata, uno de ellos se bajó la braga que cubría su rostro, le señaló y le dijo: "Te vas a cagar".

El ambiente estaba tenso, como es normal en un desahucio de esas características. Una familia con cuatro hijos, tres de ellos menores, se iba a quedar en la calle si no lo impedían. "A lo largo de la mañana, la madre de familia sufrió un ataque de ansiedad, y ya había padecido un ictus, así que llamamos a una ambulancia", relata la activista. Cuando llegó la ambulancia, la Policía habló con los sanitarios. Conclusión: los sanitarios dijeron que tan solo accederían a la vivienda si es con la Policía. "Nosotras nos negamos, porque si los policías entran en la casa el desahucio se ejecuta sí o sí", apunta esta antigua portavoz de la ya extinta PAH Corredor del Henares.

"Fue una carga totalmente injustificable, desproporcionada y brutal"

Y aumentó la tensión, tanto que los agentes decidieron cargar contra los activistas cuando todavía no había hecho acto de presencia la comitiva judicial. "Fue una carga totalmente injustificable, desproporcionada y brutal. Resultamos heridas diez compañeras, entre las que hay personas de 60 y 70 años, incluso una de ellas sufrió un traumatismo por ser golpeada contra un coche, y a mí y a otra nos arrastraron por el suelo varios metros", explica Nani.

La detención que nunca fue

La misma ambulancia que estaba ya en el lugar les atendió. Fue en ese momento cuando Nani empezó a escuchar que la podían detener. "Decidí retirarme del lugar con otra compañera para tranquilizarme un poco y volver cuando todo hubiera pasado. Al rato, me dijeron que el desahucio se había parado porque había una ola de frío y menores de por medio", relata la afectada. Volvieron y, efectivamente, no quedaba ningún agente alrededor. Pero no sería por mucho tiempo. Minutos después, apareció el policía que le había señalado junto con otro agente y la comenzaron a llamar.

"Yo, en un primer momento, soy reacia a hacerles caso, pero insisten tanto que me acerco. Me dijeron que solo me querían identificar, así que les enseñé la documentación. Al mismo tiempo, un concejal de entonces que había en el Ayuntamiento me dijo que me iban a detener, y empecé a entrar un poco en pánico, me puso muy nerviosa y comencé a llorar mientras los agentes cogían mis datos", se explaya la ahora acusada.

Plataforma Nani Absolución
Fotografía de una concentración por la absolución de Nani Martínez.. Guillermo Martínez

Sus compañeros se dieron cuenta de lo que sucedía, así que la rodearon. "Yo creo que ahí evitaron mi detención, que era básicamente lo que querían", asume la activista. Pero la historia solo había comenzado. "Casualmente, los días posteriores, allá donde voy me encuentro con policías, y una semana más tarde me llegó la denuncia", relata. Uno de los policías le acusó de atentado contra la autoridad, "concretamente de romperle una pierna después de que él estuviera en mitad de la calle y yo corriera hacia él para hacerle un placaje", agrega una Nani henchida de incredulidad cada vez que repite estas palabras.

La jueza que instruyó el caso decidió archivarlo por encontrar inverosimilitud entre lo declarado por los agentes y los partes de lesiones que presentaron. "El auto dice que en una carga policial hay lesiones por ambas partes y que no se puede deducir en una aglomeración quién produce las lesiones", concreta esta militante de la ya desaparecida PAH. Es decir, la jueza no negó la existencia de las lesiones, pero tampoco señaló que las tres acusadas en total fueron las autoras de las mismas.

Solidaridad continuada

Los policías decidieron recurrir el archivo, que fue admitido. El proceso se alargó y no fue hasta 2020 cuando Nani recibió el escrito de acusación. Además de tener que aportar una fianza en concepto de responsabilidad civil de 4.000 euros en menos de 24 horas, supo que la Fiscalía pedía para ella dos años de prisión, petición que aumentaba hasta los dos y medio en el caso de la acusación particular.

Jesús García ha sido uno de los activistas que ha estado junto a Nani desde el principio. Él, como otros tantos, es miembro de la Plataforma Nani Absolución, desde donde dan apoyo y cobertura a la ahora encausada judicialmente. "Solos no podíamos hacer frente a una fianza tan alta, así que desde el grupo de apoyo intentamos organizar la recolecta. Fue todo un éxito, en menos de doce horas ya habíamos conseguido el dinero", relata el propio García.

"Demostramos que Alcalá iba a responder, aunque también teníamos otros objetivos: visibilizar el caso de represión y los motivos por los que existe, como la fuerza que tiene la lucha vinculada al derecho a la vivienda en clave popular, de lucha colectiva y empoderante, y también porque Nani era la cabeza visible en la ciudad de la PAH", desarrolla el integrante del grupo de apoyo. Además, tejieron redes con otros colectivos de la ciudad y la región, y recibieron el apoyo de tantos otros de diferentes partes del país.

Plataforma Nani Absolución
Imagen de una concentración por la absolución de Nani Martínez. Guillermo Martínez

David Cobo, concejal de IU en el Ayuntamiento de la ciudad complutense, es compañero de militancia de Nani, además de su amigo personal. Él también estuvo aquel 17 de enero de 2017 parando aquel desahucio. "Yo entiendo que no es casualidad que la cara más visible de la lucha por la defensa del derecho a la vivienda sea encausada de esta forma, porque si ella hubiera hecho lo que se le acusa, la hubieran detenido al momento", sostiene el edil.

Ahora, IU ha decido que Nani esté presente en las listas para las próximas elecciones municipales: "Para nosotros es un orgullo que haya personas como ella, implicada en los movimientos sociales. Necesitamos a esa gente entre nosotros, del movimiento vecinal y sindical, porque estamos para defender los intereses de la clase trabajadora de nuestra ciudad", enuncia Cobo.

Optimistas ante la sentencia

El apoyo, por otra parte, es lo que ha sostenido a Nani durante estos seis años de periplo judicial que parece, si la huelga de letrados de la Administración de Justicia no lo evita, pueden terminar este 14 de febrero. Desde el grupo de apoyo son conscientes de la importancia que la movilización social juega en estos casos, y así lo demostraron. Una manifestación en la ciudad alcalaína el pasado 5 de febrero logró congregar a medio millar de personas que pidieron la absolución de Nani.

"No puedo explicar con palabras lo que sentí en la manifestación. Seguro que cuando se acerque el día me invadirán un poco más los nervios, pero soy bastante optimista", dice la activista. García, por su parte, también se muestra optimista: "Este caso ya lo archivó una jueza que advirtió que no había verisimilitud entre las acusaciones de la Policía y las lesiones que presentaban. Si eso ocurrió, ahora es difícil que haya una sentencia en contra, pero estamos con los pies en la tierra. La Justicia burguesa no defiende los intereses del conjunto de la población, así que no podemos ser ingenuos tampoco", concluye.

De todas formas, Nani no estará sola el martes 14 de febrero. La plataforma ha convocado una concentración de acompañamiento el mismo día en la plaza de la Paloma, donde se ubican los juzgados de Alcalá de Henares, a las 10.30 horas, minutos antes de que la activista sea juzgada.

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