Rafa Castaño hizo este jueves historia de la televisión. El concursante de Pasapalabra, después de nueve meses en el programa, ha acertado las 25 definiciones del rosco. Lo hizo del tirón, cantando todas las palabras seguidas, de la A a la Z. ¿La recompensa? Un premio de 2.272.000 euros que se ha convertido en el bote más alto de la historia del formato. 

El periodista sevillano había estado muy cerca de conseguir el pleno en otras 12 ocasiones. Desde hace un tiempo su rival era Orestes, un rostro mítico del concurso que anteriormente había batido el récord de permanencia en el plató del espacio que conduce Roberto Leal. Pero esta vez, Rafa, que tardó unos segundos en asimilar su victoria, logró imponerse al filólogo burgalés.

Hacienda es la tercera protagonista de esta historia. Aunque el bote supera los dos millones de euros, Rafa solo recibirá un poco más de la mitad. La Agencia Tributaria se quedará con el 47% del total. No obstante, la cantidad final puede variar en función de la procedencia del campeón, dado que cada Comunidad Autónoma tiene sus propias reducciones o bonificaciones.

Se trata de un premio en efectivo, por lo que el ganador tendrá que recogerlo en su declaración de la renta del próximo año. La cuantía tendrá que aparecer en la base imponible general, como una ganancia patrimonial, y tributar al tipo que le corresponda. De este modo, Rafa tendrá que contemplar el tipo impositivo de la base común (24,5%) y también el tramo autonómico, que en Sevilla es del 22,5%. 

¿Cuánto se lleva entonces Hacienda? El andaluz tendrá que pagar 1.053.000 euros a la Agencia Tributaria. Es decir, se quedará con 1.219.000 euros libres de impuestos. Como sucede en todos los concursos de televisión, la responsable de abonar el dinero será la cadena, en este caso Atresmedia. El concursante no recibirá nunca el 100% del premio, ya que se le realizará una retención a cuenta del 19% (432.000 euros) sobre el importe total. Este pago anticipado se restará de la cantidad que Rafa pagará tras la declaración de la renta.

Con este movimiento, el sevillano solo tendrá que pagar los 621.000 euros restantes para alcanzar la suma que le pertenece a Hacienda. Durante su estancia en Pasapalabra, el periodista acumuló unos 130.000 euros que, por las normas del formato, desaparecen al haber conseguido el bote.