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La lucha de Mohammed Salem Buchraya por morir junto a su familia en el Sáhara Occidental

El periodista y activista español, que se encuentra en estado terminal, denuncia que Marruecos lo devolvió desde El Aaiún a Gran Canaria sin billete, sin acompañante y sin la presencia de un abogado.

El periodista y activista saharui Mohammed Salem Buchraya (d) junto a su hermano Muhammed Ali (i) en el hospital Doctor Negrín de Gran Canaria.
El periodista y activista saharui Mohammed Salem Buchraya (d) junto a su hermano Muhammed Ali (i) en el hospital Doctor Negrín de Gran Canaria. - ANDREA DOMÍNGUEZ

La vida de Mohammed Salem Buchraya ha estado plagada de lucha. También lo está su muerte. El periodista y activista nació en el Sáhara Occidental cuando era una colonia de España. Ha dedicado su vida a ejercer su profesión pero también a ondear la bandera de la lucha por los derechos humanos en su tierra. Hace solo un mes, a sus 75 años, fue diagnosticado con un cáncer de vejiga en estado avanzado. Los médicos ya no pueden hacer nada por él. Su último deseo es morir junto a su familia en la tierra que lo vio nacer. Sin embargo, el Gobierno de Marruecos se ha interpuesto en sus planes.

"Ante la espera en el hospital decidí hacer la cura paliativa en mi tierra", cuenta Mohammed Salem. En el Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos, viven sus tíos, sus hermanos mayores, sus nietos y la mayoría de su familia. Ellos no tienen medios para viajar a España y despedirse de él, así que decidió partir para morir en su hogar. El pasado sábado 12 de noviembre, Mohammed Salem voló desde Lanzarote junto a cuatro miembros de su familia hacia El Aaiún. Después de una escala en Gran Canaria llegó a suelo africano en torno a las 13.00 horas.

Tras aterrizar en la capital saharaui pasó el control de documentación desde el coche. Fue operado recientemente y su estado le impide permanecer de pie. Su sobrino entregó a la gendarmería marroquí la documentación, a la espera del sello de entrada en el país. Luego se trasladaron a la vivienda familiar. "No llegamos ni a pasar la puerta, estábamos abrazando a nuestra familia cuando mi sobrino recibió una llamada de las autoridades marroquíes", cuenta Mohammed Salem ahora desde la planta de paliativos del hospital Doctor Negrín de Gran Canaria.

A pesar de su delicado estado de salud, el saharaui español lucha junto a su familia por morir en su tierra

De pie junto a él está su hermano Muhammad Ali Buchraya. "Lo engañaron con una argucia, le dijeron que iba a formalizar unos trámites muy sencillos que se habían pasado por alto", explica. Una vez de vuelta en el aeropuerto marroquí, Mohammed Salem bajó del coche con su sobrino. Los dos entraron juntos al control policial. Salem iba en silla de ruedas. Ya dentro, y según su propio testimonio, los separaron. Su familia se quedó fuera esperando alrededor de 45 minutos. Mientras, recibían largas de las autoridades marroquíes. No fue hasta que Mohammeed Salem fue embarcado en un vuelo de camino a Gran Canaria cuando la Policía informó a sus familiares.

El español denuncia haber sido enviado en estado terminal, sin acompañante, sin billete y sin la presencia de un abogado de vuelta a Canarias. La devolución en caliente no terminó allí. Cuando Salem llegó a España su documentación se había extraviado. Según su propia versión, la documentación la tenía algún trabajador de la tripulación de la aerolínea. Ya en el aeropuerto de Gran Canaria y pasadas tres horas, las autoridades españolas lograron identificar y recuperar su documentación. En el exterior ya esperaban algunos familiares de las islas que fueron a recogerlo.

Mohammed Salem no pudo volver a Lanzarote, la isla en la que vive desde hace 12 años. Su estado de salud le obligó a ingresar de inmediato en el hospital Doctor Negrín, en la capital grancanaria. Desde entonces recibe cuidados paliativos. A pesar de su delicado estado de salud, el saharaui español lucha junto a su familia por morir en su tierra.

La herencia de Mohammed Salem en la lucha saharaui es significativa. Así se ha visto reflejado tras recibir el apoyo de diferentes asociaciones y colectivos que se han pronunciado contra su devolución. Salem fue fundador de una radio saharaui y es activista por los derechos humanos. Hizo de su vida un altavoz y de su pueblo una bandera en la lucha por un Sáhara libre. Trabajó codo con codo con el movimiento de liberación nacional del Sáhara Occidental, el Frente Polisario, para exigir los derechos de los presos saharauis encerrados en cárceles marroquíes.

La familia desconoce las causas reales por las que fue expulsado de Marruecos. También teme que su vinculación política y su activismo hayan sido el detonante para impedirle morir junto a su familia. El presidente de la comunidad saharaui en Gran Canaria, Andala Deidhi Abdallahi, reprocha la devolución marroquí y asevera que lo que le ha ocurrido a Mohammed Salem "no se lo desearía ni a su peor enemigo".

La Comisión Nacional Saharaui de Derechos Humanos (CONASADH) condenó la deportación de Buchraya. Mientras, el presidente de la Coordinadora Sindical Canaria de Apoyo al Pueblo Saharaui (COSCAPS), Aomar Abed Jalil, ha remitido diferentes escritos al Gobierno de Canarias, a la Delegación del Gobierno en el Archipiélago y a partidos políticos del Parlamento y el Senado para pedir su apoyo. El objetivo es lograr que Mohammed Salem pueda morir en su tierra.

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