Este artículo se publicó hace 2 años.
La nueva relación con Marruecos atenúa la migración hacia Canarias
La llegada de personas migrantes a las islas aumenta un 15% respecto a agosto de 2021, aunque en la misma fecha del año pasado el aumento fue del 115%. Las pateras se concentran ahora en Lanzarote y Fuerteventura en lugar de en Gran Canaria.
Jairo Vargas Martín
Madrid-
La ruta migratoria hacia Canarias parece estar cambiando tras el fin de la crisis diplomática con Marruecos y el giro de España respecto a su postura en el conflicto del Sáhara. Agosto cerró con un incremento del 15%, con 10.637 personas migrantes llegadas a las islas, casi 1.400 más que en agosto del pasado año, una tendencia que difiere del balance general que arroja una reducción del 10%.
Sin embargo, el flujo es muy diferente al experimentado en las mismas fechas entre 2021 y 2020, cuando el repunte de llegadas en Canarias ascendió al 115%, según los balances del Ministerio del Interior.
Entonces, las islas pasaron de haber recibido algo menos de 4.000 personas a más de 9.200, con un ritmo al alza mantenido y prolongado. Aunque hay que esperar un tiempo para confirmar la tendencia, los últimos datos reflejan, pese al leve aumento de personas, una ligera disminución de las embarcaciones arribadas (ocho menos), lo que indica que se han reducido las salidas habituales en esta época del año.
Agosto, tradicional mes de repunte migratorio, ha registrado solo algunos picos de llegadas, como la de casi 700 personas en apenas cuatro días a mediados de mes, en el que murieron cuatro migrantes, entre ellos una niña de siete años.
Fuentes expertas en las tendencias de esta ruta apuntan que el grueso de llegadas se ha concentrado durante los tres primeros meses del año y que se han atenuado desde finales de marzo, un cambio significativo que se une a otras variaciones como la media de llegadas diaria, la zona de salida de las pateras, las islas a las que llegan y las nacionalidades.
Caen las llegadas de marroquíes
Interior no proporciona datos concretos sobre la procedencia de las personas rescatadas, pero fuentes oficiales sostienen que la llegada de marroquíes —la mayoría hasta ahora, sobre todo durante la pandemia— ha descendido significativamente. Ahora, el grueso de migrantes que se lanzan al Atlántico son personas subsaharianas de países de África occidental, aunque mantienen las estadísticas de años anteriores. Se mantiene, en cambio, el número de mujeres en la ruta, que sigue alrededor del 30%, uno de los principales cambios que se empezaron a apreciar el año pasado.
Otro de los giros bruscos que señalan los expertos es que la mayor parte de embarcaciones están llegando a las islas de Fuerteventura y Lanzarote, mientras que se han desplomado las rescatadas cerca de Gran Canaria, hasta ahora destino principal con mucha diferencia. Esto se puede achacar, apuntan, a un aumento del control policial en la costa del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. En concreto, se nota el descenso de salidas desde la ciudad de Dajla. A juzgar por la zona de rescates y el tiempo en travesía de las embarcaciones, las salidas se concentran ahora en la costa sur de Marruecos, en las áreas cercanas a Tarfaya y a Tan-Tan.
Fue a principios de abril cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó Marruecos para sellar la reconciliación con Mohamed VI después de la crisis fronteriza en Ceuta en mayo de 2021. Desde entonces el flujo parece haberse reducido y está por ver si se mantiene esta tendencia después de que la Unión Europea haya anunciado que aumentará el paquete de ayudas a Marruecos para la gestión migratoria en unos 500 millones de euros para el periodo 2021-2027.
Según Caminando Fronteras, al menos 800 personas habían muerto o desaparecido en su intento de llegar a Canarias en los seis primeros meses del año. La ruta canaria siguen siendo la más mortífera y una de las más peligrosas para llegar a Europa.
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