previsión meteorológicaUn tren de borrascas amenaza con inundar Madrid

Concluido el episodio de nieve y bajas temperaturas, la llegada de un tren de borrascas, las dos primeras denominadas Gaetan y Hortense, dejará durante casi una semana fuertes vientos, lluvias en general suaves salvo en el tercio occidental, oleaje y un ascenso térmico que acelerará el deshielo.

Pese a que las precipitaciones más intensas se producirán en el tercio occidental peninsular y Madrid no espera el gran diluvio, los estragos causados por Filomena todavía en las calles de la capital amenazan con inundaciones producidas por los deshielos.

"No se esperan lluvias intensas ni mucho menos torrenciales en las zonas donde hay aún nieve acumulada, sino más bien débiles o a lo sumo moderadas, sin grandes registros de agua", ha recalcado el portavoz de la Aemet, quien ha advertido, sin embargo, de que estas lluvias, junto con el viento templado y la subida prevista de las temperaturas, acelerarán el deshielo de la nieve acumulada tras la borrasca Filomena.

Así, la agencia ha informado de que es probable que esta situación adversa por el paso de las borrascas se mantenga al menos hasta el martes 26 de enero, con lluvias sobre todo en la vertiente atlántica, en la mitad occidental peninsular y de forma más ocasional, y en el área mediterránea y Baleares.

Es probable que esta situación adversa por el paso de las borrascas se mantenga al menos hasta el martes 26 de enero

A la vista de esta situación, Aemet ha activado esta miércoles el aviso naranja (riesgo importante) en las comunidades de Asturias, Navarra, Galicia y Cantabria, donde se prevén rachas de 130 kilómetros por hora, puntualmente 140 kilómetros por hora en zonas altas de la Cordillera Cantábrica y Picos de Europa.

Para este jueves, los frentes asociados a las borrascas seguirán dejando alerta naranja en todo el litoral gallego y cantábrico por fuerte temporal marítimo, con vientos del suroeste fuerza 8 y olas que alcanzarán entre 5 y 7 metros de altura, y aviso amarillo (riesgo) en Aragón y en Castilla y León por deshielos.

Rubén del Campo, portavoz de la agencia de Meteorología (Aemet), ha explicado que esta situación obedece a un "cambio en el patrón atmosférico provocado por el paso sucesivo de varias borrascas atlánticas".

Subida de las temperaturas

Las borrascas arrastran vientos de procedencia atlántica –en general templados–que van a provocar una subida de las temperaturas, aunque aún no se ha hecho notar en la mayor parte del país pues, según ha explicado Del Campo, todavía esta madrugada se han producido heladas fuertes, como, por ejemplo, los 10 grados bajo cero en puntos de la provincia de Teruel.

Mientras tanto, en Galicia ya se están notando los efectos de la meteorología adversa con rachas de viento huracanadas en Finisterre, donde se han alcanzado los 124 kilómetros por hora, acompañadas de precipitaciones abundantes en provincias como A Coruña, donde en las últimas 24 horas se han recogido 60 litros de agua por metro cuadrado en la zona del suroeste.

Lluvias suaves excepto en Galicia

En general –han insistido desde Aemet– se tratará de lluvia suave, excepto en Galicia, en la cara sur de los sistemas montañosos de la mitad occidental peninsular, en el norte de Extremadura, sur de Castilla y León y sur de Andalucía.

En todas estas zonas las lluvias podrían ser fuertes y persistentes y dejar de 15 a 20 litros por metro cuadrado en una hora y más de 40 litros por metro cuadrado en 12 horas y no se descarta que vayan acompañadas de rachas de viento fuerte o muy fuerte en el norte de la Península y en puntos altos del resto de la mitad occidental.

Para el viernes, la borrasca recién nombrada por Aemet como Hortense recorrerá la península dejando de nuevo precipitaciones débiles y generalizadas; lo más significativo de este día será la intensificación y generalización de las rachas de viento muy fuertes a gran parte de la Península y Baleares.

Respecto al viento, las rachas más fuertes se espera que se produzcan en Galicia y el área cantábrica, especialmente en puntos elevados y de costa y que en ocasiones pueda llegar a superar los 100 o 110 kilómetros por hora, sin descartar que puedan alcanzar los 120 kilómetros por hora en puntos muy alejados del mar y zonas altas.