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Seguridad, limpieza y civismo, Collboni fija las prioridades iniciales al frente de la alcaldía de Barcelona

La proyección internacional de la ciudad o el plan de reforma de los barrios más degradados también forman parte de la agenda personal del nuevo alcalde socialista de la capital catalana.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, conversa con agentes de la Guàrdia Urbana.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, conversa con agentes de la Guàrdia Urbana. Carola López / ACN

Jaume Collboni accedió a la alcaldía de Barcelona sino en el último minuto sí se puede decir que en la última hora y por sorpresa. Cuando parecían descartadas sus posibilidades y la mayoría daba por hecho que Xavier Trias volvería a estar al frente de la capital catalana, Barcelona en Comú anunció una hora antes del pleno de investidura sus votos al candidato del PSC. Aunque insuficientes, la decisión de última hora de Ada Colau y los suyos abrían la vía Collboni y los votos del PP acabaron decantando la balanza.

Pero que accediera a la alcaldía in extremis y, de momento, con un equipo mínimo de Gobierno municipal conformado tan solo por los 10 concejales socialistas, no quiere decir que Jaume Collboni no esté desarrollando una actividad frenética en solo tres semanas que lleva en el cargo. Y sobre todo tomando las primeras decisiones en clave de fijar claramente las prioridades iniciales del nuevo Gobierno de Barcelona. "Tiene las ideas muy claras y mucha experiencia –Collboni pasó cuatro años en la oposición con Trias como alcalde y ha gobernado con Ada Colau la mayor parte de los últimos ocho años-, y sabe muy bien que quiere hacer con la ciudad" asegura una de sus colaboradoras.

En una ciudad como Barcelona hay un ingente número de carpetas por resolver, pero a tenor de estas primeras decisiones se pueden enumerar con los dedos de una mano las primeras prioridades fijadas por Collboni al frente de la alcaldía: Seguridad, limpieza, civismo, mejoras en los barrios más desfavorecidos y proyección internacional de la ciudad. Seguramente, algunos de los temas que más han incidido en el debate público del último mandato y que han comportado la perdida de la alcaldía a Ada Colau. Y aunque no siempre los datos corroboran las críticas de inseguridad, suciedad o precariedad se han impuesto determinadas percepciones negativas que Collboni quiere borrar lo antes posible con decisiones contundentes.

Guardia Urbana de Barcelona
Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona. EUROPA PRESS

Plan Estratégico de Seguridad en el conflictivo Ciutat Vella

La seguridad ya era un área controlada por el PSC en el último Gobierno de coalición presidido por Ada Colau. Y Albert Batlle se mantendrá al frente de esta sensible responsabilidad que incluye ahora Prevención, Seguridad, Convivencia y Régimen Interior. Se le dará más peso político y Batlle ha sido nombrado tercer teniente de alcaldía.

Batlle también tendrá vinculado a su figura el comisionado del Pacto por Ciutat Vella, liderado por Ivan Pera. Este céntrico distrito ha dado los principales dolores de cabeza en materia de seguridad con la proliferación de narcopisos. Collboni ha encargado un Plan Estratégico de Seguridad y Convivencia para Ciutat Vella y prevé aumentar la presencia policial en la vía pública en el conjunto de la ciudad. Además plantea la necesidad de mejorar la coordinación entre cuerpos policiales y también entre municipios del área metropolitana de Barcelona gracias al nuevo Centro de Coordinación Operativa de Emergencias, un nuevo equipamiento que "moderniza la estructura de seguridad y atención a las emergencias, con la mirada puesta en una dimensión metropolitana", según fuentes del Gobierno municipal.

"No olvidemos nunca que las mejores políticas de seguridad son, sobre todo, políticas sociales: proteger y garantizar las oportunidades individuales son la mejor prevención"

Collboni es consciente de la importancia de la actuación de la Guardia Urbana y el difícil equilibrio entre dar garantías de seguridad y una imagen amable del cuerpo policial e insta a los más de 3.000 agentes: "no olvidemos nunca que las mejores políticas de seguridad son, sobre todo, políticas sociales: proteger y garantizar las oportunidades individuales son la mejor prevención. Debéis estar al lado de la gente. Tienen que saber que nos tienen cerca para ofrecer ayuda y soluciones".

Varias personas sentadas en terrazas en la plaza dels Àngels del Raval, a 4 de agosto de 2022, en Barcelona.
Varias personas sentadas en terrazas en la plaza dels Àngels del Raval, en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona. David Zorrakino / EUROPA PRESS

Modificación de la ordenanza de civismo, más mano dura

"Ordenar la ciudad también significa garantizar el civismo, la convivencia es una cuestión compleja, pero la receta es clara: hacer cumplir las normas"

Colindante a la seguridad, también el mandato de Colau ha vivido un intenso debate por la supuesta proliferación de actitudes incívicas y molestas en las calles de Barcelona. Cierto o no, Collboni ya ha encargado una revisión de la Ordenanza de Convivencia de la ciudad para adaptarla a nuevas conductas existentes y revisión de su capacidad sancionadora, con la intención de tener mayor mano dura con estas conductas. "Ordenar la ciudad también significa garantizar el civismo, la convivencia es una cuestión compleja, pero la receta es clara: hacer cumplir las normas" asegura el alcalde.

En el ámbito de civismo tiene un papel destacado hacer frente al ocio nocturno que en determinadas zonas, especialmente aquellas con gran proliferación de bares y terrazas al aire libre, generan muchos problemas de ruido y convivencia a los vecinos. Para afrontar este tema se ha decidido crear una nueva patrulla nocturna de la Guardia Urbana que "se encargará de garantizar el respeto a las normas de convivencia, en especial el respeto al descanso de los vecinos", especialmente a partir de la hora de cierre de las terrazas de la restauración. Esta actuación se centrará en dos puntos muy conflictivos: la calle de Enric Granados, donde además se hará una actuación de impacto de limpieza una vez cierren los establecimiento, y también en el nuevo eje verde de la calle Consell de Cent.

Además, el Ayuntamiento iniciará una campaña de inspección periódica que pone el foco en las Zonas de Saturación de Terrazas y en los nuevos ejes verdes –calles peatonales pavimentadas- de la ciudad. Y otra de sensibilización contra el consumo de alcohol en la vía pública y para la reducción del ruido del ocio nocturno.

Trabajadores de la limpieza en una de las calles de Barcelona.
Trabajadores de la limpieza en una de las calles de Barcelona. Ajuntament de Barcelona

Refuerzo en los equipos de limpieza de la ciudad

La sensación de que Barcelona está sucia ha sido también una de las ideas fuerza de los detractores de Ada Colau. La exalcaldesa acabó admitiendo el problema y justificó la situación por el cambio de empresa responsable de la limpieza y recogida de basuras en la ciudad. Ahora, la teniente de alcaldía de Servicios Urbanos del Ajuntament de Barcelona, Laia Bonet, ha dado por finalizada la fase de despliegue de las nuevas empresas. Pero también asegura que el nuevo gobierno municipal triplicará los recursos destinados a la inspección de limpieza. "Ahora ya estamos en la fase de consolidación del servicio y el incumplimiento de las obligaciones tendrá una traducción necesariamente en términos de sanciones, no puede ser de otra manera", ha apuntado Bonet. Estas sanciones van desde los 400 euros en la franja de 5 incumplimientos mensuales, hasta los 2.400 euros a partir de 16 incumplimientos mensuales.

"La limpieza es uno de los aspectos más sensibles y sabemos que la percepción de la ciudadanía ha puesto la alerta de que hay que cuidarlo"

Bonet explica que en la fase de implementación hay mayor flexibilidad porque todavía no han llegado todos los recursos. El consistorio pasará de realizar 600 inspecciones semanales a 1.800. Pero afirma que "nuestra obligación es dar cumplimiento a un contrato que tiene muchos años por delante y que necesitamos que sea fiel a la voluntad que hay detrás: mejorar la limpieza de la ciudad". En este sentido, la teniente de alcaldía insiste en que la prioridad del consistorio de estos primeros meses es "ordenar" la ciudad. "La limpieza es uno de los aspectos más sensibles y sabemos que la percepción de la ciudadanía ha puesto la alerta de que hay que cuidarlo", asegura Bonet.

El nuevo Gobierno municipal prevé aumentar el presupuesto de los 1,2 millones de euros anuales actuales hasta los 2,2 millones. Se dará un salto cualitativo tecnológico para poder automatizar muchos procesos y así poder tener una gestión de incidencias prácticamente a tiempo real y por tanto poder detectar cualquier disfunción en la prestación del servicio. Un centenar de personas trabajarán en labores de inspección en todos los turnos.

Se seguirán especialmente aquellos incumplimientos que tienen una afectación directa en el estado del espacio público como pueden ser "los cambios de servicio no informados, la modificación del número de personas de cada equipo o la presencia de contenedores llenos o desbordados", por ejemplo.

Además, las brigadas de barrio orientarán a partir de ahora su actividad a atender avisos y peticiones de limpieza que realice la ciudadanía. De esta forma se podrán detectar y solucionar muy rápidamente desajustes que se puedan producir fruto de diferentes casuísticas. En total, este servicio se refuerza con 9 equipos, 18 personas, que se suman a las 50 que ya conforman el servicio.

Internacionalización y Plan de Barrios

Finalmente, la nueva estructuración del Gobierno municipal también da pistas de las prioridades que tiene en mente el nuevo acalde de Barcelona. La dirección política y ejecutiva del nuevo Gobierno de Barcelona, que se fortalece con ocho comisionados y comisionadas –dos más que en el mandato de Colau-, se estructura en cuatro grandes áreas lideradas por las cuatro tenencias de alcaldía. Pero es especialmente significativo que el Plan de barrios, destinado a recuperar un ambicioso plan de mejoras y rehabilitación de las zonas más degradadas de la capital catalana, el área de deportes y las políticas de relaciones internacionales y promoción de la ciudad pasan a depender directamente de Alcaldía, a fin de "dar relevancia y prioridad a estos asuntos", según admite el propio Collboni. Estos tres ámbitos que dirigirá directamente el nuevo alcalde estarán liderados respectivamente por Lluís Rabell, David Escudé y Pau Solanilla.

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