La semana en la que la escuela pública de Madrid dijo basta a las políticas educativas de Ayuso
Los sindicatos han cifrado en más de un 65% el seguimiento de la primera de las dos jornadas de huelga previstas este mes. Las principales demandas son reducir el horario lectivo, bajar las ratios, igualar los salarios con otras comunidades, disminui
María Martínez Collado
Madrid-
En un vibrante retorno a las calles, miles de personas se han reunido este miércoles 8 de mayo en Madrid para manifestarse en apoyo a la huelga educativa por la defensa de la educación pública. Un hecho que ha recordado el espíritu combativo de la Marea Verde, que marcó el año 2011, en unos años en los que los recortes del PP asediaron por completo el Estado del bienestar.
La jornada de protesta de esta semana no solo ha marcado un punto crucial en la lucha por la educación pública, sino que, como reivindica el profesorado, supone un resurgir de la movilización ciudadana por los servicios públicos madrileños.
"No somos nosotros solos. También están los bomberos, los defensores de la sanidad pública, la vivienda, de los servicios para la dependencia, las residencias, ahora los estudiantes acampados por Palestina... Es un despertar social", expresa en una conversación con Público Javier Freijanes, profesor en un instituto de la capital.
Javier Freijanes, profesor: "No somos nosotros solos (...) Es un despertar social"
Las mareas que emergieron en España durante la crisis económica de 2007 se convirtieron en un símbolo de resistencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, las movilizaciones parecieron diluirse. El parón se extendió a buena parte de las luchas sociales. Fue un frenazo evidente, pero no definitivo. La gran manifestación feminista que tuvo lugar el 8 de marzo de 2018, poco antes de la salida de Mariano Rajoy del Gobierno, ya dio algunas pistas de que las cosas estaban empezando a cambiar.
La huelga de este miércoles no solo ha atraído a los sindicatos, sino que también ha contado con la participación de ciudadanos no afiliados, reflejando un amplio consenso en la defensa de la educación pública de calidad. Desde profesores hasta padres y estudiantes, la diversidad de voces unidas en las calles ha reflejado la urgencia y la importancia de la causa. Casi siete de cada diez profesoras ha secundado el paro, un porcentaje que los sindicatos han calificado de histórico.
La manifestación fue el punto culminante de una jornada de protesta que comenzó con piquetes repartidos por todos los barrios y pueblos de la región. En un contexto de creciente desigualdad y recortes presupuestarios para la pública, su defensa se ha convertido en una prioridad para muchos madrileños.
Ana, profesora: "Necesitamos atraer a cuanta más gente, mejor, para que esto nos dé relevancia. De momento, el Gobierno no nos ha respondido"
"Para muchxs de nosotrxs éste no es sólo una semana de huelga. Es la cuarta jornada de huelga de un proceso que ha venido a retomar las luchas de hace una década; se viene el quinto día huelga el día 21 y no vamos a parar. Hemos crecido, en número, en experiencias, en alianzas... y queremos seguir creciendo. La experiencia es muy positiva en crecimiento de la organización de base, pero en resultados seguimos sin torcer el brazo de la Administración", cuenta a Público, en la misma línea, David Domínguez, profesor de Secundaria.
Las sensaciones son similares para Ana, otra profesora que se ha quedado sorprendida con la magnitud de la movilización. "Estamos super contentas, super ilusionadas, con el recorrido que está teniendo esto y la fuerza que está tomando. Se ha hecho un enorme trabajo durante meses para organizar asambleas y montar todo. Ahora lo que necesitamos es atraer a cuanta más gente, mejor, para que esto nos dé relevancia. De momento, el Gobierno no nos ha respondido directamente. En lugar de eso, se dedican a mentir sobre su gestión", argumenta en declaraciones a este medio.
¿Qué reclaman quienes protestan por la educación pública?
Desde los sindicatos de la mesa sectorial –CCOO, ANPE, CSIF y UGT– y la plataforma autogestionada Menos Lectivas denuncian que las condiciones laborales del profesorado han empeorado debido al aumento de las horas lectivas que se aprobó tras el estallido de la crisis como medida provisional, lo que repercute negativamente en la calidad de la enseñanza y en la conciliación de los docentes. En estos momentos, aseguran, todas las comunidades han revertido esta medida excepcional o están en procesos de negociación. En Madrid, en cambio, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se mantiene inflexible.
David Domínguez, profesor: "Hemos crecido, en número, en experiencias, en alianzas... y queremos seguir creciendo"
"En mi caso, llegué a la docencia desde un mercado laboral ultraprecarizado que ocultaba la merma de derechos laborales que este sector ha sufrido desde hace más de una década. Sin embargo, año a año veía que el volumen de trabajo aumentaba, el salario disminuía y la frustración de no llegar a cumplir con todo lo que el alumnado necesita se empezaba a enquistar. Ya no era mi inexperiencia, que menguaba año a año; era algo propio del engranaje, que estaba y está saturado por falta de personal y por un ataque organizado contra lo público, algo que se sabía desde antes del 15M, pero que ahora se vivía con el cuerpo", recuerda David Domínguez.
El profesorado advierte que la falta de inversión en educación pública (en detrimento de la concertada y la privada) ha provocado la reducción de recursos en los centros educativos, afectando a la atención a la diversidad y el acceso a una educación inclusiva. A su vez, reclaman una mayor estabilidad laboral del profesorado interino y sustituto, con el objetivo de afianzar un sistema educativo sólido. La mala calidad y la escasez en infraestructuras educativas y recursos materiales y humanos dificultan el desarrollo de una educación integral y equitativa, denuncian.
Se trata de una degradación que afecta a todos los niveles educativos, desde las escuelitas para bebés de cero a tres años hasta los institutos, pasando por las maestras de Primaria, a quienes la última propuesta de la Consejería de Educación excluía de las mejoras. Si bien Javier Freijanes también advierte sobre la mala situación del personal no docente, cuya escasez y precariedad también repercute en el funcionamiento de las aulas. Su trabajo, desde la limpieza hasta la burocracia, es uno de los más invisibilizados en el sector.
Hay dinero, pero no para la pública
La gran cuestión, señalada por todas las personas consultadas por Público, es el desvío de dinero a la concertada y la privada. "Con todo ese dinero que debería haber ido para la educación pública, se podrían haber construido no sé cuántos centros educativos, se podrían haber contratado a no sé cuántos profesores", señala con indignación Javier Freijanes, poniendo el foco en las oportunidades perdidas debido a esta situación.
"Lo que quieren es darle todo el posible dinero a la educación privada porque es una fuente de futuros votantes", enfatiza Freijanes. "Por eso, creo que es importantísimo que no se pierda esta mecha de ilusión", concluye, destacando la importancia de mantener viva la esperanza y la determinación en la lucha.
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