La ola de contagios de coronavirus que comenzó en España a mediados de junio continúa amenazando las vacaciones de verano. Los expertos han advertido de que las nuevas variantes son más transmisibles e inmunoevasivas que las anteriores. Aunque también señalan que la tasa de mortalidad por esta enfermedad ha disminuido considerablemente si se compara con las dos primeras olas.

Durante estas semanas recientes, lo habitual ha sido que personas que ya superaron la enfermedad en el repunte de casos de las primeras variantes de ómicron a finales de 2021 y principios de 2022 hayan vuelto a ver las dos rayas rojas en un test de coronavirus.

Aunque es cierto que dichas variantes son también menos agresivas, por el momento, el Ministerio de Sanidad ha alertado de que los hospitales españoles están en riesgo alto, al superar el 10% de ocupación.

En total, se han contabilizado 12.789 enfermos ingresados por coronavirus (709 más que el viernes de la semana pasada), de los que 501 están en ucis. Fuentes sanitarias afirman que ómicron es la cepa dominante en estos momentos (presente en entre el 79,6 y el 98,7 % de los contagios) y que "lo que se está apreciando clínicamente es que son casos más sintomáticos, pero no más graves". Carolina Darias, ministra de Sanidad, ha defendido que la "curva epidémica" del covid está en "ralentización".

La capacidad de contagio de estas nuevas versiones del virus plantea, no obstante, muchas dudas a corto-medio plazo en cuanto a las dosis de vacunación y las medidas preventivas, especialmente cuando ya se conoce la que podría ser la nueva subvariante que dispare los casos, la BA 2.75, denominada como centauro.

¿Qué es la ómicron 'sigilosa' y qué síntomas tiene?

Varios grupos de investigación están llevando a cabo estudios para conocer en profundidad cuáles y cuántas variantes de ómicron existen ya circulando entre las personas contagiadas. Una de las que más ha llamado la atención por su particular mutación y su invisibilidad ante los test PCR es la subvariante BA.2, también conocida como ómicron 'silenciosa'. 

Al no contar con la mutación característica en el gen S que permite que la variante original de ómicron sea detectada en un test, es más difícil de distinguir en pruebas rutinarias y más transmisible. 

Dado que se trata de una subvariante de ómicron, destaca por unos síntomas bastante similares a la famosa variante de la covid 19 que ha provocado millones de contagios en todo el mundo. Los más frecuentes son la diarrea, el dolor de garganta y un periodo de incubación del virus más corto que los de otras subvariantes, pero existen unos cuantos más que deberían considerarse como la fatiga, la tos, la fiebre, el dolor de cabeza, la pérdida de olfato y gusto y los vértigos.​

¿Qué diferencia la ómicron sigilosa de la variante centauro?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que aún es necesario investigar más sobre ómicron BA.2. Las autoridades de salud creen que la ómicron posee cuatro linajes, pero que solo dos de ellos son los responsables de las infecciones recientes.

La semana pasada, las subvariantes BA.4 y BA. 5 fueron las responsables de más del 50% de los casos en Estados Unidos. Ambas se propagan de manera muy similar a la primera ómicron. Pero, el que más preocupa es el linaje BA. 2.75, popularmente conocido como centaurus, que sigue sin ser detectado en España.

A pesar de que los síntomas son bastante similares a los de las variantes descritas anteriormente, en esta ocasión es menos común la pérdida del gusto y del olfato y están más presentes el dolor de cabeza, la secreción nasal, la tos y el cansancio.