Hace ya tres semanas que Can Batlló inauguró una nueva zona de juegos que se caracteriza, sobre todo, por ser un espacio inclusivo en términos de edad y de diversidad funcional. La nueva superárea, que ocupa cerca de 1.000 m2 dentro del perímetro de los muros del antiguo Bloque 12, cuenta con camas elásticas, balancines, un giratorio individual y uno colaborativo accesible en sillas de ruedas; topografías y ondulaciones en el pavimento para hacer equilibrios, correr y rodar, y también columpios que cuelgan de la antigua estructura del bloque. Un catálogo de lo más variopinto al que se suman tres columpios gigantes pensados para atraer al público adolescente y adulto e invitarles a volver a jugar.

Sin embargo, el elemento más singular del conjunto lo conforma una imponente torre de nueve metros de altura con tres toboganes cerrados que salen a diferentes niveles. El más alto de ellos cuenta con un descenso de 11 metros, algo que consigue que el juego sea de reto progresivo, además de atractivo para todas las edades. Así mismo, al primer nivel se accede con una lona de transferencias, un elemento que hace que sea accesible a los niños y niñas con movilidad reducida o que van con silla de ruedas.

Seguridad y accesibilidad, elementos clave

El pavimento de la superárea de Can Batlló es de caucho, lo que garantiza la seguridad en riesgo de caída y la accesibilidad, y arena. Los elementos de juego dinámico tienen marcada asimismo el área de seguridad de un color contrastado, para que niños y niñas puedan identificarlos de forma fácil y clara. A finales de este mes, se prevé añadir una zona de sombra con lonas, aprovechando la estructura de pilares que se ha mantenido de la antigua nave que conformaba el otrora recinto fabril.

Cinco accesos al recinto

El nuevo parque infantil se incluye en la primera fase de las obras de construcción del nuevo parque de Can Batlló y se ubica dentro del perímetro de los muros del complejo fabril del barrio barcelonés, que se han conservado para preservar el interés patrimonial y dejar la calle Onze de juny con fachadas a ambos lados.

Los muros ayudan asimismo a delimitar este espacio diáfano y sin cubierta, que abre a diario y tiene cinco accesos a lado y lado que permanecerán cerrados durante la noche. Por el momento, y mientras prosiguen los trabajos del resto del parque, solo se podrá acceder por el de la calle Onze de juny, frente al Bloque 11 de Can Batlló.