El Ministerio de Trabajo profundiza en su propuesta para ampliar los permisos laborales con motivo del fallecimiento de familiares cercanos o por cuidados paliativos. Así, este fin de semana se ha remitido a los agentes sociales una propuesta de Real Decreto en la que se detallan las condiciones de estos derechos.

Una de las principales novedades de esta propuesta es que incorpora un nuevo permiso para cuidados paliativos con una duración de hasta 15 días. A este permiso se tendrá derecho en el caso de que los cuidados recaigan en el cónyuge, la pareja de hecho u otros familiares de segundo grado de consanguinidad.

Este permiso, que podrá consistir en una reducción de jornada, puede dividirse en dos períodos diferentes pero solo una vez por paciente y siempre en un plazo máximo de tres meses desde que se empieza a disfrutar, algo para lo que sólo se requerirá un informe médico que justifique la situación de cuidados paliativos. 

Otra de las novedades que se pretende incorporar es un permiso especial para acompañar a una persona que va a recibir la eutanasia. En concreto, se trata de un permiso de un día del que se podrá disponer en la fecha en la que se administre y a la que tendrá acceso cualquier persona empleada que haya sido designada para acompañar, al margen del parentesco.

En lo referido a los permisos por fallecimiento, el planteamiento del Gobierno pasa por ampliar hasta los diez días hábiles el permiso por duelo en caso de muerte del cónyuge, la pareja de hecho o parientes hasta el segundo grado de consanguinidad, lo que incluye tanto a hijos, como a nietos y también a abuelos.

La propuesta mantiene los actuales dos días de permiso por la falta de un familiar hasta el segundo grado de afinidad, lo que incluye cuñados y abuelos del cónyuge. Estos permisos se podrán disfrutar hasta que hayan transcurrido cuatro semanas del fallecimiento.

El anuncio hace un par de semanas de estos permisos por parte de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fue tachado por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, de "ocurrencia" al haberse planteado ante los medios y sin un diálogo social previo, algo que también reprocharon a Trabajo los sindicatos, que no obstante valoraron el avance en derechos.