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Racismo en el fútbol El Valencia denuncia que el árbitro les "amenazó con penalización" si no regresaban al partido

El árbitro David Medié Jiménez se apoyó en el artículo 142 del código disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El texto señala que se considera incomparecencia "la retirada de un equipo de la superficie de juego".

Los jugadores del Valencia, entre ellos Mouctar Diakhaby, celebran tras marcar ante el Cádiz, durante el partido de Liga en Primera División.
Los jugadores del Valencia, entre ellos Mouctar Diakhaby, celebran tras marcar ante el Cádiz, durante el partido de Liga en Primera División. Román Ríos / EFE

El pasado domingo el partido de la Liga entre el Valencia y el Cádiz quedó suspendido durante unos minutos después de que los jugadores valencianos se retiraran del césped por los supuestos insultos racistas que recibió uno de sus integrantes. Mouctar Diakhaby denunció que el miembro de la plantilla del equipo andaluz Juan Cala le insultó llamándole "negro de mierda".

Diakhaby se enfrentó a Cala, lo que conllevó que el central francés del Valencia fuera amonestado con tarjeta amarilla por el árbitro catalán David Medié Jiménez. El colegiado, además, advirtió al equipo cuando ya se había retirado del campo y estaba en los vestuarios que si no regresaba al partido sería sancionado

El Valencia Club de Fútbol emitió un comunicado en el que calificó la advertencia de Medié Jiménez de "amenaza de penalización". El escrito indica que "el Club en ningún momento insta a sus jugadores a volver al césped. El árbitro traslada a los jugadores las potenciales consecuencias de no volver al terreno de juego. Los jugadores, forzados a jugar bajo amenaza de penalización después de los insultos racistas y la tarjeta amarilla a Diakhaby, deciden regresar al terreno de juego".

El artículo 142 del código disciplinario de la RFEF

Medié Jiménez se apoyó en el artículo 142 del código disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El texto señala que se considera incomparecencia "la retirada de un equipo de la superficie de juego una vez comenzado un encuentro impidiendo que éste concluya o su actitud incorrecta si provoca u origina la suspensión del mismo".

Por lo tanto esta incomparecencia podría haber provocado que, "tratándose de una competición por puntos, se computara el encuentro por perdido al infractor, descontándole, además, tres puntos en su clasificación, declarando vencedor al oponente, por el tanteo de seis goles a cero". Es decir, el Valencia hubiera tenido tres puntos menos de su clasificación y el resultado del encuentro hubiera sido de seis a cero, a favor del Cádiz.  Asimismo, "la incomparecencia determinará la imposición al club infractor de multa en cuantía de hasta 1.500 euros", según detalla la normativa. 

El problema, por lo tanto, se encuentra en lo determinado por el colegiado, que en el acta arbitral recogió que el momento del insulto no "no fue percibido por ningún integrante del equipo arbitral". Este texto, que será examinado por el Comité de Competición para tomar una decisión final, podría conllevar que el jugador del Cádiz no reciba ningún tipo de amonestación a pesar de las declaraciones de Diakhaby y otros jugadores del Valencia, que alegan que Cala manifestó insultos racistas, motivo suficiente, además, para suspender el partido. Algo que, sin embargo, sí ocurrió cuando la afición del Rayo Vallecano llamó nazi al jugador ultraderechista Roman Zozulia. En ese caso, la Liga no se lo pensó dos veces e interrumpió el partido por primera vez en la historia. 

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