Este artículo se publicó hace 2 años.
Víctimas de violencia sexual de religiosos exigen indemnizaciones y que se les reconozca como damnificados
"Reconocimiento, restauración y reparación". Son las tres erres de las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Son, sobre todo, sus exigencias en el camino que ha iniciado el Estado para investigar las violaciones que sufrieron cuando eran menores.
Madrid-
"Que se nos reconozca como víctimas supondría que tuviésemos acceso gratuito a servicios psicológicos. El estrés post traumático nos machaca el cuerpo. Se nos debería reconocer y si cupiese la posibilidad de que se nos indemnizase de alguna manera no nos parece una cuestión banal", señala Teresa Conde, una de las afectadas por los abusos de religiosos.
Conde, que ya contó su historia a Público hace tres años, sufrió abusos por parte de un religioso miembro de los Trinitarios de Salamanca, y amigo de su familia, desde los 14 hasta los 16. "Él nos eligió y se aprovechó de la confianza que tenía con mis padres", relata. La primera vez que abusó de ella iban en un coche y se vio "con sus manos dentro de mis bragas" sin saber como reaccionar. Los abusos duraron dos años más en los que Teresa tuvo que prácticamente convivir con su victimario, dada la estrecha relación que existía entre él y sus padres.
Tardó veinte años en contárselo a su familia y lo hizo tras enterarse de que el religioso iba a volver al mismo colegio en el que abusó de ella. Durante dos décadas recorrió ese camino sola y un apoyo psiquiátrico insuficiente.
El camino de la terapia
"Empecé a ir terapia con 19 años y estuve hasta los 21. Esa fue la única terapia que para mí fue gratuita y fue una cuestión de azar", señala. En los más de 30 años que han pasado desde entonces, ahora tiene 55, Teresa se ha costeado de su bolsillo todos los tratamientos que ha necesitado para poder tejer de nuevo sus relaciones sociales.
"Han sido además terapias en las que ido tanteando quién sabía del tema", lamenta. La gran mayoría de los profesionales que la han atendido no estaban especializados y tuvo que esperar más de tres décadas desde que fue abusada para dar con una atención psicológica válida. Considera que sería "interesantísimo" que hubiese especialistas que abordasen el tema y a los que las víctimas pudiesen tener acceso gratuito.
Otra víctima
Incide en ello porque conoce bien que no todos han podido, como ella, "tantear" psiquiatras y psicólogos hasta dar con el suyo. Son caros y muchos no han podido costearse las terapias. ¿Cómo se enfrentan entonces al trauma? "De momento nos apoyamos en asociaciones y gente que trabaja como voluntaria", responde Javier Paz, otra víctima.
Ambos coinciden en que la reparación económica es necesaria para que "se hagan cargo de esta terapia". "Es algo de lo que se tiene hacer cargo el Estado. O la Iglesia, si como responsable y encubridora, se tiene que hacer cargo de esto que lo hagan", señala Paz.
En otros países ya ocurre. De hecho, en noviembre de 2021 la Iglesia católica francesa anunció que vendería propiedades para costear las indemnizaciones a los supervivientes de abusos sexuales en el seno de la institución. La Conferencia Episcopal Alemana también lleva una década indemnizando a las víctimas de abusos sexuales.
En España, por el momento, la Iglesia ha pagado más de dos millones
de euros en indemnizaciones después de que los casos de pederastia en varias congregaciones saliesen a la luz. Aunque la iniciativa no ha sido de la Conferencia Episcopal Española, que, por el momento, no ha decidido si participará o no en la comisión de investigación que iniciará el Defensor del Pueblo.
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