La preocupación por el desastre ecológico del Amazonas ha llegado hasta la reunión del G7, que ha acordado el envío de ayuda internacional a la mayor brevedad. La situación en la zona, con más de mil incendios, sigue sin control y las llamas han alcanzado ya los vecinos Bolivia y Paraguay. Se calcula que ya se han quemado más de un millón de hectáreas.En tiempo récord la selva amazónica se consume. El fuego avanza a mucha velocidad. En los últimos días se ha duplicado la zona devastada. A la carrera, los bomberos se la juegan para evitar que alcance dimensiones incontrolables. En otros casos, es tan compleja la extinción que se dan por vencidos. Las llamas se acercan peligrosamente a las aldeas. La gente abandona sus casas con lo puesto. Situación de emergencia por la que el presidente de Bolivia se abre a recibir ayuda internacional. En Brasil, no mejora la previsión. Más de mil nuevos incendios mantienen a seis estados ardiendo y se han desplegado 44.000bmilitares. Las calles de la capital de Bolivia y de Rio de Janeiro también se han incendiado para pedir una respuesta. Porque en Brasil los fuegos se han disparado más de un 80% por el drama de la deforestación. 200 años es la cifra que se marcan los más optimistas para recuperarse de este desastre medioambiental que está siendo el eje central del G-7. Francia propone un fondo internacional cuanto antes y un plan para reforestar las zonas arrasadas.

-Redacción-