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Violencia de género Desmantelan una red que tramitaba permisos de residencia a falsas víctimas de violencia de género en Almería

Los investigados, puestos en libertad con cargos, pedían a las mujeres 4.500 euros, mientras que ofrecían a los agresores hasta 2.000 euros por infligirles malos tratos en público. 

Un coche de la Guardia Civil, en una imagen de archivo. EFE
Un coche de la Guardia Civil, en una imagen de archivo. EFE.

El Juzgado de Instrucción número 6 de Almería ha dejado en libertad con cargos a los investigados por integrar presuntamente esta red que tramitaba permisos de residencia y rentas a falsas víctimas de violencia de género, después de que la Guardia Civil  detuviera esta mañana en, Roquetas de Mar, El Ejido y Adra, en Almería, a 23 presuntos miembros e investigado a otras 23 personas por estos hechos.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) han indicado a Efe que sólo se ha puesto a disposición judicial a un detenido que fue arrestado en una entrada y registro el 2 de febrero, tras lo que quedó en libertad.

En la causa se están investigando presuntos delitos de simulación de delito y falsedad documental, hay otros 33 investigados, a los que se irá citando, y en estos momentos no hay nadie en prisión por esta causa, según ha precisado el TSJA.

En muchos de estos casos, la víctima era una mujer en situación irregular y los agresores tenían antecedentes policiales

La investigación de la Operación Sin Flow comenzó en 2019, después de que agentes de la Guardia Civil detectasen un incremento significativo en las denuncias por violencia de género en la zona del poniente almeriense desde el último trimestre de 2018, las cuales presentaban "elementos y patrones comunes".

En muchos de estos casos, la víctima era una mujer en situación irregular en el país y el presunto maltratador un hombre de nacionalidad española, en numerosas ocasiones con antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio y actas-denuncia por tenencia y consumo de drogas.

Además, se vio que la pareja solo conocía el nombre y número de teléfono de la otra persona, desconociendo su domicilio, oficio, lugar de trabajo, gustos, aficiones o familiares, pese a lo que ambos aseguraban ser novios, no matrimonio, sin convivencia, con una relación de entre cuatro y seis meses de duración.

Un importante número de los supuestos maltratadores no residía ni tenía vinculación con la provincia de Almería, viniendo muchos de ellos de Hellín (Albacete), mientras que gran parte de las víctimas residía en Las Norias de Daza, en El Ejido (Almería).

Ofrecían hasta 2.000 euros por agredirlas en la vía pública

Las agresiones se producían en un lugar público con testigos, sobre todo por la tarde, en la vía pública o locales de hostelería, y la víctima resultaba con lesiones leves, como pequeños hematomas o arañazos en ambos brazos.

A la llegada de la Guardia Civil, el autor siempre reconocía la agresión de "forma expresa, sin dubitaciones", incluso generalmente era él quien llamaba la atención de los agentes informando que había pegado a su pareja.

La red desarticulada contaba con una "estructura sólida" en el poniente almeriense, lugar donde captaban a las mujeres de las que partía todo el montante económico con el que se sufragaban todos los gastos y pagos y adonde se trasladaban los varones.

Según la Guardia Civil, a cambio de 4.500 euros, ofrecían a las mujeres la obtención del permiso de residencia legal en España por circunstancias excepcionales así como el acceso a las ayudas económicas establecidas para estas víctimas, y a los varones, todos con múltiples antecedentes policiales y consumidores de estupefacientes, les ofrecían obtener entre 1.500 y 2.000 euros por prestarse a ello y facilitar el que fueran detenidos.

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