Hacía una década que Tristán Ulloa (Orleans, Francia, 1970) no se asomaba por la pequeña pantalla. Su trabajo en el cine y su incursión en la dirección con el largometraje Pudor (2007) le habían tenido alejado hasta ahora. Aunque con ciertas reticencias hacia la televisión, confiesa haberse sentido 'tentado' cuando llegó a sus manos el papel de Miguel Cortázar, uno de los protagonistas de Gran Reserva, una de las grandes apuestas de TVE para la campaña postnavideña.

¿No son muchos diez años alejado de la televisión?

Tampoco es culpa mía. Yo llevaba tiempo queriendo hacer una serie de calidad, pero por ciertas circunstancias no se daba esa situación. En Gran Reserva se reunieron las condiciones para ello, tanto a nivel técnico (está rodada en alta definición, por ejemplo), como en la dirección y elenco de actores. Trabajar con Francesc Garrido fue una motivación para mí.

¿Cuáles son esas circunstancias?'

No me gusta la televisión que hay, no me gusta lo que se hace, sólo hay clones, se arriesga poco y siempre se va a lo que gusta a la mayoría, mientras que una minoría tiene que recurrir a las series de importación para entretenerse. Yo pertenezco a esa minoría. A mí me encanta A dos metros bajo tierra o Los Soprano, y eso no lo encuentro en España. Comprendo que las cadenas quieren tener la mayor audiencia posible y tiran a lo que ya se sabe que funciona, pero al final todas te ofrecen lo mismo. Mientras que no nos desprendamos de ese miedo por arriesgar no haremos nada nuevo. Por lo menos a nivel de calidad sí que hay un salto interesante, pero en la temática la televisión se retroalimenta siempre de lo mismo.

¿Pero se presentan ideas nuevas?

Sí, claro que sí. Esto es un problema más de las cadenas de televisión que de las productoras, que pueden presentar proyectos novedosos, pero que luego no se aceptan. A mí también me gusta dirigir, pero no se me ha ocurrido escribir para la televisión porque al final las cadenas terminar desvirtuando tu proyecto.Es la política de la televisión, y por ella nos perdemos muchas cosas.

¿Qué tiene Gran Reserva para que haya decidido volver a la televisión?

Tiene muy buena calidad y el elenco de actores fue lo que más me atrajo, sobre todo trabajar al lado de Francesc y Ángela. También me apetecía volver a hacer buena televisión. Y otra razón es que los guiones de cine que estaba recibiendo no me estaban gustando nada, así que antes de hacer malas películas, prefiero hacer buena televisión.

¿Le supone un problema que la serie se pueda eternizar en la pantalla?

No, no en mi caso, siempre me he sentido muy libre al trabajar y aquí también. Tengo un compromiso con esta serie que voy a cumplir. Mientras esté satisfecho me quedaré aquí, y si llega el caso de que no lo esté me voy y sin problemas. En ese sentido nunca he tenido problemas de saltar de un trabajo a otro. Yo soy actor a secas, nada de actor de cine o de tele, sino actor, y me gusta compaginar cosas. Ahora mismo, al tiempo que estaba con la serie, estaba rodando una película y haciendo una obra de teatro mientras promocionaba otra película.

Entonces ¿le veremos en breve en las salas de cine?

No, de momento estoy centrado en la serie, que vivir al día ya es bastante. En cuanto a dirigir cine, mi hermano y yo estamos escribiendo cosas, pero a largo plazo, ya que está el tema bastante complicado. Como actor siempre hay cosas, pero me gusta tomarme mi tiempo para elegir proyectos.