Vuelta la burra al trigo. Al igual que ya pasó con lo de la carne, el anuncio del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la publicidad de dulces dirigida a los menores se ha convertido en un muestrario de lo peor de la política en nuestro país. Medias verdades, mensajes simplistas y otra vez el mantra de la "libertad". Un nuevo ejemplo de que a la derecha actual de nuestro país le resulta imposible tener un debate serio sobre nada que proponga el Gobierno aunque vaya a redundar en beneficio de los niños, también de los suyos.
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Si hace unos meses vimos hashtags de #YoComoCarne y a Zoido fotografiar un plato de fritanga y un filete empanado, ahora el PP ha entrado al debate con mensajes como el de Ayuso hablando de drogas y dulces o como el del responsable de Comunicación Online del PP, Ismael Sirio López. Atentos:
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Efectivamente, esa es la aportación de un responsable de Comunicación del PP al debate sobre un problema que afecta a los niños: hacerse una foto comiendo dulces como si no hubiera un mañana. Además jugando con finura a reforzar a los que se creen que Garzón va a "prohibir" los Donuts.
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Además, es evidente que saben el problema del que se habla pero lo importante es hacer oposición con lo que sea:
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El tuit ha dejado multitud de reacciones en las redes:
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