Hay momentos reseñables en la historia del Parlamento Europeo. Su primera asamblea allá por 1952 como parte de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero; los aumentos graduales de competencias del órgano… Pero ninguno como aquella vez que Hermann Tertsch participó en una sesión por videoconferencia desde un bar, con botellas de whisky de fondo y los comensales pidiéndole a gritos que se marchase.
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Pues resulta que el eurodiputado ultraderechista de Vox ha vuelto a dejar otro instante para el recuerdo. Esta vez sí intervenía presencialmente con un discurso estrambótico, hablando de la "degradación antidemocrática" de España, de "socialistas y comunistas", de "regímenes chavistas iberoamericanos" y toda la perorata habitual. En ese instante, la realización abrió el plano y a un lado se pudo ver al comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, sin poder aguantarse la risa (segundo 26).
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Tras mirar a su compañero de escaño, Reynders trata de taparse la boca. Mientras, Hermann sigue a lo suyo, con su delirante raca raca ya a full, metiendo a Venezuela, los narcos, golpistas, asesinos terroristas, los comunistas de nuevo…
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Por si fuera poco, en otro instante del vídeo que ha colgado el propio Tertsch, se enfoca a otros eurodiputados, todos ellos semidormidos de aburrimiento o leyendo sus teléfonos móviles. Otro exitazo de Vox.
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Y es que la ultraderecha da mucho más trabajo a los humoristas que a los periodistas porque propuestas e ideas útiles para la ciudadanía pocas pero momentos hilarantes, cada día.