"Haz un chiste sobre Carrero Blanco y verás si la fiscalía te encuentra": los tuiteros denuncian la doble vara de medir contra los bulos de la extrema derecha
Tremending
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Estos días se habla mucho de los bulos, las mentiras y los mensajes de odio que propagan los agitadores de extrema derecha en las redes sociales. El asesinato de un niño de 11 años en Mocejón (Toledo) el pasado domingo 18 de agosto ha sido la gota que ha colmado el vaso: tras este horrendo crimen, las redes sociales se llenaron de mensajes e informaciones falsas que señalaban que el asesino era un migrante de origen magrebí cuando en realidad el asesino es español.
Esta misma semana, un periodista ha sufrido las consecuencias de esos bulos: Raúl Solís, redactor de Canal Red, fue acusado falsamente de insinuarse sexualmente a una menor por Alvise Pérez y su jefe de prensa, Vito Quiles.
Hay más ejemplos, pero estos dos casos ilustran perfectamente cómo está aumentando el fango de las mentiras en las redes sociales. Por eso, en las últimas horas ha tenido mucha repercusión la entrevista que le hizo José Luis Sastre en la cadena Ser a Miguel Ángel Aguilar, fiscal para los delitos de odio y discriminación.
En dicha entrevista, el fiscal Aguilar propone modificar la ley para prohibir el acceso a las redes a los usuarios que cometan delitos de odio. Entre las propuestas, se plantea acabar con el anonimato en internet para facilitar la identificación de los autores de delitos de odio en plataformas digitales.
La propuesta del fiscal para los delitos de odio puede resultar interesante, pero no son pocos los tuiteros que recuerden que para ese viaje no hacen falta tantas alforjas, porque en muchos casos ya sabemos los nombres y apellidos de los propagadores del odio.
Otros tuiteros también señalan que con la actual ley en la mano ya se puede actuar contra los bulos y las mentiras y las amenazas. Lo dice un experto como Miquel Ramos, colaborador habitual de Público.
En este sentido, hay quien recuerda que ya se ha condenado a determinadas personas por criticar en redes al rey de España, por ejemplo, dando a entender que a veces se aplica una doble vara de medir y que el problema no es tanto la ley como quien la aplica.
El asunto es grave. Aunque en Tremending siempre apostamos por el humor, en esta ocasión queremos denunciar con contundencia la propagación de estos bulos y mensajes de odio. Como señala nuestra compañera Emilia G. Morales en este artículo, los rumores, las medias verdades y lo que ahora conocemos como bulos o fake news, están en el centro de innumerables conflictos étnicos y raciales. Por eso, debemos luchar contra estas prácticas.
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