'El juego del calamar' se despide con su partida final
La tercera temporada de la serie creada por Hwang Dong-hyuk llega a Netflix este viernes 27 de junio, poniendo fin a una de las ficciones más populares y comerciales de los últimos años.

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El juego del calamar llega a su fin cuatro años después de su primer episodio. Este viernes 27 de junio se estrenan en Netflix los seis capítulos de la tercera y última temporada de la serie creada por el director surcoreano Hwang Dong-hyuk. Así, se pone fin a una de las producciones más populares de los últimos años de la plataforma roja. De un día para otro, El juego del calamar se convirtió en un fenómeno global sin igual, convirtiéndose en la serie más vista en la historia de Netflix, con más de 2,2 millones de horas vistas.
La segunda temporada se estrenó a finales del año pasado y de inmediato se convirtió en el estreno más visto de la plataforma de streaming. Se espera que ahora ocurra lo mismo con la última entrega, que partirá del sangriento cliffhanger que dejó la segunda parte. Estos seis episodios partirán de una rebelión fallida, la muerte de un amigo y una traición secreta.
Aunque Gi-hun está en su punto más bajo, el juego del calamar no se detiene para nadie. Gi-hun se verá obligado a tomar decisiones importantes en medio de una desesperación abrumadora, ya que él y los jugadores supervivientes se verán inmersos en juegos cada vez más mortíferos que pondrán a prueba la determinación de todos. En cada ronda, sus decisiones tendrán consecuencias cada vez más graves. Mientras tanto, In-ho retoma su papel de Front Man para dar la bienvenida a los misteriosos VIP, y su hermano Jun-ho continúa su búsqueda de la escurridiza isla, sin saber que hay un traidor entre ellos. ¿Tomará Gi-hun las decisiones correctas o Front Man acabará por quebrar su espíritu?
La sinopsis no deja espacio para las dudas: los últimos episodios seguro dejarán sin aliento a más de uno.
Un final tras años de trabajo
Con estos capítulos, Hwang se despide para siempre del universo sangriento que enseñó al mundo por primera vez en 2021. El creador ha dejado caer en varias entrevistas que necesita tomarse un respiro y descansar, después de perder varios dientes por el estrés de escribir y dirigir la serie en tan poco tiempo. La segunda y tercera temporadas se rodaron de forma consecutiva, por ejemplo. “Es el final de toda la serie. Es hora de decir adiós”, ha señalado.
Sobre la última temporada, Hwang ha declarado que esta será más oscura y sombría que las anteriores. “El mundo, tal como lo veo, tiene menos esperanza. Quería explorar preguntas como: ¿Cuál es el último recurso de la humanidad? ¿Tenemos la voluntad de darles algo mejor a las futuras generaciones? Después de ver las tres temporadas, espero que cada uno pueda preguntarse: ¿Cuánta humanidad me queda?”, ha explicado en una entrevista para The Guardian.
Sabe que el final dará que hablar y que generará opiniones diversas, aunque está satisfecho con el resultado. “A la gente le gusta un final feliz. Yo también soy así. Pero algunas historias, por naturaleza, no pueden tenerlo. Si intentas forzarlo, se compromete su esencia. Si una historia refleja algo, no siempre es un final feliz. El juego del calamar no es la excepción”.
La serie que cayó en el propio sistema que critica
En su primera temporada, El juego del calamar llamó la atención de la audiencia por su potente estética, la crudeza de unos juegos macabros y sangrientos, y sus cliffhangers que dejaban a la audiencia al borde del asiento episodio tras episodio. Sin embargo, detrás de ese envoltorio, la serie de Hwang es, en esencia, una crítica feroz al sistema capitalista, a la desigualdad social y a la desesperación que empuja a las personas a situaciones extremas por dinero.
Cientos de periodistas y críticos analizaron el mensaje subyacente de la serie que, paradójicamente, ha terminado siendo absorbida y explotada por el propio sistema que denuncia. Toda su iconografía (los trajes de los vigilantes, las características máscaras, la muñeca…) se ha utilizado y transformado en productos para el consumo masivo. Desde disfraces, a juguetes y videojuegos, pasando por campañas publicitarias.
https://x.com/ReutersLatam/status/1584930308587134976
Al merchandising se suman los productos audiovisuales asociados, como El juego del calamar: El desafío, el reality show también producido por Netflix que adaptó los juegos ficticios de la serie a un formato competitivo real, aunque sin violencia. Así, lo que comenzó como una reflexión sobre la alienación y la mercantilización de la vida humana ha terminado atrapado dentro del propio sistema capitalista.
“No quiero estar radicalmente en contra de lo que está haciendo Netflix en cuanto a la mercadotecnia y las experiencias. Tal vez, después de ganar todo el dinero que pueda, podría utilizarlo para algo bueno (...) En cuanto a los espectadores, me alegro de que se diviertan. Pero espero que, después de ver el programa, también se tomen el tiempo necesario para reflexionar sobre los problemas actuales”, ha señalado Hwang al respecto.
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