Anna Castillo y la bifobia
La actriz ha tenido que soportar el ‘hate’ en redes tras los rumores de una incipiente relación con su compañero de reparto en ‘Un Cuento Perfecto’, Álvaro Mel. Esta situación demuestra, una vez más, que la ‘B’ del colectivo LGTBIQ+ necesita ser visibilizada y evidencia la falta tolerancia y el respeto hacia todas las orientaciones sexuales.
Helena Celma
El pasado 23 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Bisexualidad. En esa fecha tan destacada y tan reivindicativa para el colectivo, una historia de Instagram de Anna Castillo apareció como un resorte para revolucionar el mundo de Internet. “Chicas, mucho cuidado con la bifobia que es una cosa feísima”, comentaba la actriz. ¿El motivo de este mensaje? Las críticas recibidas por la supuesta relación con su compañero de reparto de Un Cuento Perfecto, Álvaro Mel.
En esta entrega de Netflix, basada en el libro Elísabet Benavent, los dos actores encarnan a Margot y David, dos jóvenes que se ‘utilizan’ mutuamente para recuperar a sus perspectivos ex, pero lo que acaba sucediendo es que se enamoran y, dependiendo del final escogido por el espectador, acaban juntos.
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Los comentarios sobre la química que transmitían los dos actores no se hicieron esperar. De hecho, en un vídeo que colgó Álvaro Mel en su Tiktok, los comentarios de los usuarios ya insinuaban que podían tener algo más allá de la gran pantalla.
“Esta gente tiene una química que muy de pantalla, no es”, “¿Podéis acabar ya juntos, por favor?” o “Era evidente, estáis juntos en la vida real, ya notaba yo esa química”, eran tan solo algunos de los mensajes que se podían leer en la publicación.
Los rumores se acrecentaron cuando se filtró un vídeo de la celebración anticipada del cumpleaños del actor entre los stories de uno de los invitados, el modelo Raúl Navarro. En él, ambos aparecen en una taberna madrileña junto a su círculo más cercano. Detrás de una mesa de bar, en un segundo plano, se dan un beso.
Llegan las críticas
Tras la viralización de este vídeo, las críticas a Anna Castillo se amontonaron en las redes sociales, y el motivo no fue otro que la bifobia. La actriz catalana mantuvo una relación durante cinco años con la fotógrafa Lara Blanco y el público la erigió como un icono LGTBI del panorama español.
Aunque la actriz nunca ha sido partidaria de hablar de su vida privada, siempre actuó con absoluta naturalidad y dejó claro que era bisexual, por mucho que a la gente se le olvidara. "Mi bisexualidad la descubrí ya de mayor. Entonces, por ejemplo, no sé cómo es crecer siendo del colectivo LGTBI y no es una causa que pueda abanderar, no me corresponde. Pero en todo lo que tenga que ver con visibilizar y normalizar, me comprometo plenamente", contó a El Mundo.
Ese mismo compromiso ha llevado a la protagonista de Un Cuento Perfecto a poner freno a esta espiral de hate y publicó una historia donde se quejaba del episodio de bifobia que estaba viviendo.
En una entrevista con el programa ‘Que no surti d’aquí’ de Catalunya Ràdio con motivo del estreno de la película Nowhere en Netflix, Anna Castillo evidenció el malestar que le producía que la gente hablara sobre sus relaciones personales. “Estais dando por sentado cosas que no sabéis si están bien, si están mal, si pueden hacer daño, si no… Estoy en un momento personal en el que he decidido cerrar puertas a mi vida privada”, remarcaba.
La actriz estaba cansada de que parte de la promoción de su último proyecto profesional se haya convertido en un coladero para introducir preguntas sobre su situación sentimental. Hace tres años, en una entrevista para Mujer Hoy, Castillo aseguraba que ella siempre ha defendido el feminismo desde el sentido común. “Quiero para mí lo mismo que para el resto”, afirmaba entonces. Sin duda, eso incluye el respeto y la tolerancia hacia su orientación sexual.
Pasar de estar con una chica a estar con un chico no es una traición al feminismo ni nada por el estilo, tal y como razonan en Eh! Universo:
Desde el podcast Maldito Bollodrama, han querido también aprovechar el pasado día 23 para lanzar una proclama: “El colectivo LGTBIQ+ no es nada si nos faltan el resto de letras. No sean bífobas, señoras”.
El consumo de este tipo de contenidos en redes parece inofensivo y a menudo se disfraza de entretenimiento superficial, pero no es otra cosa que bifobia. En la sociedad ya hay suficiente opresión como para que se perpetúen estos comentarios hacia las mujeres bisexuales que deciden estar con un chico en vez de una chica.