El viajero que llega a Japón ya está preparado para adentrarse en una cultura única plagada de costumbres, ritos y hábitos peculiares. Sabemos que nos vamos a encontrar con cosas extrañas y siempre estamos alerta, con el gatillo de nuestra cámara a punto, para tener el anecdotario bien documentado. Y es que no conocemos otro lugar en el mundo con empujadores de metro, por ejemplo.
Aunque este país es mucho más que su mundo bizarro, no cabe duda de que sus frikadas forman parte del espectáculo de viajar a Japón. Este tenso conflicto no resuelto entre tradición ancestral y modernidad vertiginosa origina comportamientos curiosos entre sus habitantes. Pero quien esté libre de pecado…
Huellas para hacer la fila en el metro
¡Alabados sean los japoneses! Cada país tiene lo suyo, pero no cabe duda de que si hablamos de orden, Japón sabe lo que se hace. Llegar a una estación de tren o metro y comprobar como los usuarios se organizan ordenadamente en colas gracias también a las huellas que están marcadas en el suelo es toda una bendición para el viajero acostumbrado a los metros europeos y su habitual sálvese quien pueda. Eso sí, una vez dentro del metro en Japón, en hora punta, prepárate a sufrir.
Frutas con formas insólitas
El primer salmón de la temporada en Asturias —conocido popularmente como el Campanu— se se suele cobrar por miles de euros. Pues en Japón, en vez de salmones, se subasta la primera fruta de la temporada que puede alcanzar cifras mareantes. Además, algunas piezas de fruta se venden con formas curiosas como sus famosas sandías cubo cuyo origen deriva de la búsqueda de un transporte y almacenamiento más sencillo. Hoy se venden como —carísimas— piezas decorativas.
Baños inteligentes
“Nos llevan años de ventaja”. Como Homer en aquel famoso capítulo de los Simpson en Japón, el viajero extranjero que pone sus posaderas por primera vez en un váter nipón siente un cierto cosquilleo, metafórico y literal. Sin duda, es una de las frikadas más famosas de Japón. ¿Realmente relaja? Sí, después de estar en Japón ir al W.C. ya no es lo mismo…
Tiendas donde alquilar contacto humano
Las relaciones sociales en Japón tienen muchas peculiaridades. En ocasiones, una persona puede pasar meses sin tener contacto directo con otro ser humano. Para solventar este problema, existen negocios en los que alquilas abrazos, caricias y tal vez algo de empatía. En España quizás necesitemos un negocio a la inversa: un lugar en el que, durante unos minutos, nadie te toque.
Smoking Area
Que me perdonen las ligas antitabaco, pero lo primero que hice tras posar mis pies en territorio nipón fue fumar un cigarrillo. Y solo eso ya fue una experiencia diferente, no por el hecho de sentir el humo entrando en mis pulmones tras diez horas de viaje, sino porque las áreas de fumadores en Japón suelen están bien repletas de gente, especialmente hombres con su uniforme de batalla: pantalón negro, camisa blanca. En ese momento me di cuenta de que no estaba de viaje por Albacete.
Pachinko
Casi todo el mundo conoce el pachinko aunque no haya estado en Japón porque aparece en todas partes, pero no deja de ser un lugar insólito, especialmente por el ruido, auténticamente insoportable… menos para las miles de personas que pasan allí horas y horas ¿relajándose?
Máquinas vending
Para aquellos a los que no das pereza tener que entrar en una tienda a comprar, Japón es el paraíso. En sus miles de máquinas expendedoras podemos encontrar casi de todo, aunque yo me aficioné especialmente a las bebidas de café en latas de 25 cl. Dice la leyenda que en las máquinas vending se puede encontrar hasta ropa interior usada…
Kit Kat de wasabi
No vamos a descubrir a estas alturas las singularides de la gastronomía japonesa, una de las más populares del mundo. Algunos de sus sabores pueden resultar insólitos para el viajero occidental y muchas de sus combinaciones son difíciles de… disfrutar. Es el caso del Kit Kat de wasabi una delicia solo apta para otakus.
Platos preparados de exposición
Minutos antes de tomar una línea del shinkansen, la red ferroviaria de trenes bala, me dirigí a una tienda de alimentación y me dispuse a pagar por un plato de comida, pero la tendera me advirtió que aquello no se comía: efectivamente, se trataba de un plato de exposición que enseña al cliente el aspecto que tiene lo que va a comer. Ya me parecía a mí que aquello pesaba poco…
El empujador del metro
El metro nipón tiene sus pros y sus contras. Así como todo el mundo suele comportarse con mucho orden dentro de las instalaciones de transporte, en el interior de los vagones la cosa cambia un poco, debido, especialmente, a la altísima concentración de humanidad por centímetro cuadrado. Por suerte, existe el oshiya, un empujador de metro que se encarga de llevarte al interior del vagón… quieras o no. Lo que no sabemos es si existen oposiciones para ser oshiya y cómo es el temario.
