Descubre alguna curiosidades de la megaciudad de Tokio, costumbres y datos que harán que despierten tu interés en la cultura y las costumbres de esta ciudad.
Tokio es la capital de Japón, tiene una población de más de 13 millones de habitantes, y en el área metropolitana llega a 36 millones. Ciudad donde la tecnología está a la vanguardia y donde sus habitantes cuentan con los medios de trasportes más seguros y rápidos del mundo. Sus indices de seguridad hacen de esta una de la ciudades más seguras para vivir del mundo. ¿Sabías las siguientes curiosidades de Tokio?
La estación de metro más transitada del mundo.
Tokio tiene la estación de Shimjuku, la más transitada del mundo. Con 200 salidas al exterior, cada día pasan por aquí 3,64 millones de pasajeros. Es como si todo Madrid pasara por el mismo punto en un día. No me lo quiero ni imaginar.
La historia de Hachiko
Hachiko era un perro que esperaba todos los días a su amo, un profesor japonés, frente a la estación de tren. Cuando su dueño falleció, el perro siguió yendo a la estación durante 10 años más. En su homenaje, han erigido una estatuta en este lugar y se han realizado dos películas sobre su historia.
Onsen
No todo el mundo conoce los Onsen. Unos baños termales de origen volcánico que suelen estar divididos en secciones para hombres y mujeres. Debes bañarte desnudo y no permiten ingresar a personas con tatuajes. El motivo es que de esta forma evitan que ingresen miembros de la temida Yakuza, la mafia japonesa.
Prohibido fumar en la calle
Al contrario que en la mayoría de países, en Tokio se permite fumar en muchos bares y restaurantes pero está totalmente prohibido fumar en la calle. Se permite fumar incluso en algunos vagones especiales del metro. ¿Alguien sabe cuál puede ser el motivo?
Alquiler de animales domésticos
A los japoneses les gustan mucho los animales, pero en las grandes ciudades los dueños de apartamentos no permiten normalmente que se introduzcan mascotas en los pisos. Además, sus horarios laborales no permiten mcuho tiempo para cuidar de un gato o un perro. ¿La solución? Pues puedes acudir a bares con gatos, con los que puedes juguetear e incluso darles de comer. O también puedes alquilar un perro por horas, darle un paseo por el parque, tirarle alguna que otra pelota y devolverlo luego.
El silencio sobre todo
La población japonesa adora el silencio, su fama de gente tranquila y silenciosa se la han ganado a pulso. Tanto es así que en el metro está prohibido hablar por el teléfono móvil y es fácil que te llamen la atención si hablas en voz alta. Vamos, igualito que en España.
Última tecnología en los baños
Los váteres o inodoros japoneses tienen la tecnología más moderna e impensable para esos menesteres: tapas que se levantan solas con temperatura, pantallas para ver vídeos o escuchar música, limpiadores automáticos. Algunos incluso analizan tus heces en tiempo real y envían un informe a tu médico.
Máquinas expendedoras para todos los gustos
Aunque en muchos países ya podemos ver máquinas expendedoras muy curiosas, en Japón nos sacan años de ventaja. Las sueles encontrar juntas, en baterías de hasta 10 máquinas pegadas una al lado de la otra, ofreciendo las más variadas ofertas de productos con los mismos precios en todo los sitios. Cualquier cosa que te imagines la puedes comprar las 24 horas del día.
Pasión por la gastronomía
La comida japonesa es sin duda una de las más famosas del mundo. El sushi y sus variantes despiertan pasiones más allá de sus fronteras pero allí se convierte en algo sagrado. No obstante, Tokio es la ciudad del mundo con más Estrellas Michelin. En el 2013 contaba con 375 restaurantes con estrella, que forman parte de los más de 160.000 restaurantes que puedes encontrar en la ciudad. Como consecuencia, o causa, también disponen del mayor mercado de pescado del mundo, el Tsukiji-shijo. Sirva un dato para entender su magnitud: cada día vende más de 2000 toneladas de marisco.
Murciélagos, los otros habitantes de Tokio
Acostumbrados a ver a los murciélagos en cuevas y sitios oscuros, sorprende la gran cantidad de murciélagos que puedes encontrar en Tokio. Al caer la noche comparten las riberas del río Kanda con los habitantes, que ya se han acostumbrado a su presencia. Pero si te asustan, no te preocupes, son totalmente inofensivos y hasta donde sabemos no te chuparán la sangre.
Es que están gritan tanto por lo altavoces que es imposible oír otra cosa. Te lanzan un discurso que es inaguantable . ¡Igualito que en España, vamos!