Los animales con menos esperanza de vida

Decimos a menudo que la vida es corta, una forma también de recordarnos que nadie sabe muy bien cuándo se termina. Pero la esperanza de vida media de un ser humano es una eternidad en comparación con las de algunos animales cuya existencia es como un suspiro. 

¿Qué te parecería, por ejemplo, vivir menos de 24 horas? Eso sí es una vida “corta”, ¿verdad? A continuación, hacemos un recorrido por el reino animal descubriendo las especies que viven menos tiempo. 

Los nueve animales con menos esperanza de vida 

Abeja - Fuente: Unsplash
Abeja – Fuente: Unsplash

Por supuesto, desde un punto de vista biológico, la vida no es ni muy corta, ni muy larga, es la necesaria para que cada especie pueda desempeñar sus funciones vitales y su rol en la naturaleza. Y aunque a muchos seres humanos les gustaría vivir para siempre, eso sería completamente insostenible para la naturaleza. ¿Os imagináis que las hormigas viviesen 90 años? No habría sitio para tanta hormiga. Pues lo mismo sucede con todas las especies, incluidas la nuestra… y la efímera. 

Efímera 

Efímera - Fuente: Pixabay
Efímera – Fuente: Pixabay

Es una denominación popular de lo más pertinente. Porque la vida de este insecto acuático es lo más fugaz que se conoce en el reino animal. También conocidas como cachipollas, existen hasta tres mil especies de efemerópteros que ya atrajeron el interés del propio Aristóteles: “una criatura excepcional, no solo en cuanto a su existencia, sino también porque es un cuadrúpedo con alas”. 

Por supuesto, la efímera simboliza la brevedad de la vida ya apareciendo en la narración épica más antigua conservada: la Epopeya de Gilgamesh. Y es que la vida de las efímeras, una vez que superan su fase de ninfa emergiendo del agua y mudando para convertirse en adultos, transcurre en apenas 24 horas. 

Gastrotricha 

Gastrotrica - Fuente: Wikimedia
Gastrotricha – Fuente: Wikimedia

Con un tamaño de 4 mm no se pueden pedir milagros: el filo de los gastrotricos que viven en ambientes acuáticos intersticiales alimentándose de bacterias, hongos y protozoos suele vivir unos 5 días. Pero para ellos es más que suficiente para desarrollarse y reproducirse, siendo la mayor parte de las especies hermafroditas. Lógico, buscar pareja para procrear en cinco días es un poco apresurado: mucho más práctico así. 

Mosca de la fruta 

Mosca de la fruta - Fuente: Depositphotos
Mosca de la fruta – Fuente: Depositphotos

¿Sabías que las moscas de la fruta fueron los primeros seres vivos en el espacio? Y es que en los primeros cohetes V2 estadounidenses, pero de fabricación alemana, no abundaba el espacio para albergar seres vivos. Así que se probó con uno diminuto: la Drosophila melanogaster —amante del rocío de vientre negro en griego— también conocida como mosca de la fruta o del vinagre porque se alimente de frutas en proceso de fermentación. 

Y es que este insecto que vive entre dos y tres semanas es un viejo conocido de la ciencia ya que ha sido uno de los más usados a nivel experimental por su reducido número de cromosomas y porque más del 60% de los genes de las enfermedades humanas tienen su contrapartida identificable en el genoma de estos insectos de curiosos ojos rojos.  

Mariposa luna 

Mariposa luna - Fuente: Pixabay
Mariposa luna – Fuente: Pixabay

Otro insecto de aspecto muy singular y rasgos únicos puesto que no tiene boca, no se alimenta, viviendo de la grasa almacenada en su fase larvaria. En realidad, su único propósito cuando llegan a esta fase es reproducirse poniendo las hembras entre 100 y 300 huevos en el envés de las hojas. Aunque su fase como larva dura más, como adulta, la mariposa luna no suele vivir más de una semana

Mosquito 

Mosquito - Fuente: Depositphotos
Mosquito – Fuente: Depositphotos

Usamos de forma popular el término mosquito para nombrar a varias familias de dípteros, entre los que encontramos a los culícidos, los “verdaderos” mosquitos cuyas hembras, como sabemos, son hematófagas, alimentándose de la sangre de otros animales. 

Entre los mosquitos más temidos está el género Aedes que procede del griego y que se traduce como “odioso”. No hace falta que expliquemos por qué, ¿verdad? Por “suerte” para nosotros, estos mosquitos no suelen vivir más de una o dos semanas. Pero, ¿a que parece una eternidad si lo tienes en casa durante siete noches? 

Mariposa

Mariposa - Fuente: Pixabay
Mariposa – Fuente: Pixabay

Los lepidópteros son un orden de insectos holometábolos —con fases de desarrollo que incluyen embrión, larva, pupa e imago— que suelen ser voladores. Y, a pesar de que las más conocidas son las diurnas, la mayoría de las especies son nocturnas, como las polillas. 

En su fase adulta, muchas mariposas tienen una vida muy breve. Tras la fecundación en la que la hembra pone cientos o miles de huevos, su función deja de ser relevante por lo que mueren, viviendo pocos días en muchos casos. 

Hormiga

Hormiga - Fuente: pixabay
Hormiga – Fuente: pixabay

Ya sabemos que las hormigas son organismos que viven en colonias con una estructura social muy marcada: por un lado, está la reina en torno a la que gira toda la vida de la colonia —y que puede vivir varios años—, luego están las obreras, que son las más abundantes y que son las que vemos siempre de aquí para allá transportando comida y, por último, los zánganos. También presentes en la organización social de las abejas, este individuo es el macho de la colonia y muere poco después de aparearse con la reina: no llegan al mes de vida.  

Libélula 

Libélula - Fuente: Pixabay
Libélula – Fuente: Pixabay

Su nombre en castellano es una bella aliteración y en inglés —dragonfly— un término de lo más poético. Y es que la libélula es uno de los insectos más curiosos empezando por su singular forma de volar, ejecutando una suerte de ilusión óptica para acechar a otros insectos que invaden su territorio: son capaces de quedarse estáticas y, de repente, volar con gran velocidad. Y no nos olvidemos que en la prehistoria llegaron a vivir libélulas de más de 70 centímetros. ¡Imagínate encontrarte con un bicharraco de estas características! 

Aunque el ciclo completo de vida de estos insectos, como el de otros que hemos citado en esta selección, es más largo, estando en su fase de ninfa durante varios meses en el agua, cuando llegan a adultos no viven mucho más de cuatro meses

Musaraña 

Musaraña - Fuente: Pixabay
Musaraña – Fuente: Pixabay

Y no queríamos perder la oportunidad de referirnos a los mamíferos: entre nuestra clase de animales encontramos esperanzas de vida muy diferentes, de la ballena boreal que puede vivir más de 150 años a algunos mucho más pequeños que no viven más de un año. 

Entre ellos, por ejemplo, los sorícidos conocidos comúnmente como musarañas, como la musaraña casera que ronda los 100 gramos de peso y los 15 centímetros. Una de sus características más curiosas es que “no paran” de comer llegando a ingerir su propio peso en insectos diariamente. Y es que si no comen, en dos o tres horas pueden morir. Su esperanza de vida no alcanza el año, aunque en cautiverio pueden llegar a los cuatro años: una “eternidad” para una musaraña… y un suspiro para una ballena boreal. 



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