El PNV dice que los socialistas pactarán con el PP y el PP dice que lo harán con el PNV. Conclusión socialista: 'Nos colocan como ganadores'.

Desde esa posición teórica los sondeos pronostican un empate técnico, con ligera primacía del PNV, que se decantará por escaso margen, Patxi López intentó afianzar el martes la posición central del PSE. 'No nos cerramos a nada', afirmó en Vitoria, donde se sometió a una breve rueda de prensa.

Eso, según aclaró, no significa que esté pensando en un Gobierno de concentración, sino en que 'cada uno tendrá que ponerse ante el espejo de su propia responsabilidad'. Desde la que él asume como candidato socialista, excluyó por 'incompatible' el acuerdo con Ibarretxe que no es lo mismo que el PNV y con un PP 'antisocialista y antinacionalista' lo que no implica rechazar sus votos si los recibe sin contrapartidas.

Su apuesta política, según reiteró, es 'hablar con todos y buscar el máximo apoyo político'. Traducido: si los resultados lo permiten, intentar gobernar en minoría buscando acuerdos parlamentarios en función de las materias.

Para que eso sea posible, será condición imprescindible que el PNV, con sus socios del tripartito más Aralar, no sume la mayoría absoluta. Por ahí buscan agujerear su línea de flotación el PNV y sus socios. Ezker Batua distribuye pegatinas en las que se funden las siglas del PP con el nombre del candidato del PSE, 'PPatxi'; y las juventudes del PNV han sacado a la calle pasquines en los que se lee: 'El Pachino. Madrid mueve los hilos'.

López respondió con reflejos. Sostuvo que 'el único frente' que funciona en Euskadi es, desde hace diez años, 'la coalición por la independencia'. Y subrayó que, si logra convertirse en lehendakari, las decisiones se tomarán en Ajuria Enea (sede del Gobierno) y no con 'mando a distancia' desde Sabin Etxea (sede del PNV). Lo que dijo puede ser también un aviso a Ferraz.