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"La industria nuclear está liquidada"

Marcel Coderch es uno de los principales referentes de los críticos con la energía nuclear

P. R.

Marcel Coderch (Olot, 1953), doctor en Ingeniería Eléctrica y Telecomunicaciones por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), se ha convertido en uno de los principales referentes de los críticos con la energía nuclear tras la publicación de El espejismo nuclear (Libros del Lince, 2008), que escribió con Núria Almiron. Es vicepresidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

¿Por qué no es barata la energía nuclear?

«Sin fondos públicos, construir centrales es ruinoso»

Todas las centrales que operan en el mundo se construyen con fondos del Estado o tienen un régimen regulatorio que les garantice el retorno de las inversiones. ¡Todas! La cantidad de dinero público movilizado y no contabilizado es ingente. Si se contabiliza, se ve que es ruinosa sin la ayuda del Estado.

¿Ruinosa?

Mire a EEUU. Obama avala el 80% de la inversión y nadie invierte. En un mercado liberalizado es sencillamente imposible. Es como hacer una apuesta contra los tipos de interés a 40 años vista. Una locura. No existe una sola empresa en el mundo que diga que quiere construir una central y no le dejan.

«El objetivo es ordeñar la vaca todo lo posible de las plantas viejas»

¿Qué futuro augura a la industria nuclear tras Fuku-shima?

Está liquidada y ya lo estaba antes de lo de Japón precisamente por ruinosa. El objetivo real del lobby es prolongar la vida útil de las centrales, que ahí sí tienen un jugoso negocio una vez amortizada por otros la inversión de capital. Quieren ordeñar la vaca todo lo posible, pero sin arriesgarse con nuevas inversiones. Hoy hay 440 reactores operativos en el mundo. Incluso alargando su vida a 60 años, tendría que instalarse uno cada mes para mantener la cota actual en 2050.

Usted es de los que sostienen que el auténtico motivo de la moratoria nuclear en España fue evitar la quiebra de las eléctricas.

Lo han dicho sus propios protagonistas: Carlos Solchaga, Juan Manuel Eguiagaray... Las eléctricas estaban casi en quiebra como consecuencia de los créditos en dólares para construir nucleares. Todas las medidas tomadas iban encaminadas a evitarlo y costó mucho dinero público.

¿Qué pasará con los residuos?

Nadie lo sabe. No sabemos nada, salvo que, en el mejor de los casos, no será barato. ¿Cuánto puede costar pagar un solo vigilante durante 200.000 años?

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