Iberdrola acusó en los primeros nueve meses un fuerte descenso de su beneficio por menores resultados extraordinarios y la caída de la demanda, pero se mostró más optimista para la recta final del año.

En una presentación a analistas, Iberdrola dijo el miércoles que espera cerrar el año con un crecimiento de entre un 5 y un 7 por ciento en resultado bruto de explotación (Ebitda) y en beneficio neto recurrente gracias al mejor comportamiento de la demanda y al esperado buen desempeño de sus filiales Energy East e Iberdrola Renovables.

"Se están consolidando los signos de desaceleración en la caída de la demanda de electricidad", dijo el presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, a analistas tras la presentación de las cuentas a septiembre, que se situaron ligeramente por encima de las previsiones de los analistas.

Iberdrola ganó 2.029 millones de euros entre enero y junio, un 18,2 por ciento menos, y mejoró en un 0,6 por ciento su Ebitda a 4.951 millones.

La compañía no desveló previsiones financieras para el año próximo, aunque señaló que invertiría en función de la caja generada y que mantendría su política de payout -entre un 57 y un 60 por ciento de su beneficio neto-.

La compañía dijo que contaba a septiembre con una liquidez disponible de 10.500 millones de euros gracias a las últimas emisiones de bonos, la ampliación de capital y las desinversiones ya realizadas, lo que asegura cumplir su objetivo de mantener en "A" su rating de calificación crediticia.

Además, el grupo prevé recuperar este año los 3.310 millones de euros que se le adeudan por el déficit de tarifa.

Esto, unido a que las ayudas estatales estadounidenses reducirán las inversiones previstas, permitirá que la compañía pueda alargar el calendario de su plan de desinversiones hasta el año 2010 sin poner en riesgo su rating. Iberdrola ha vendido por el momento 1.300 millones de euros de activos sobre el total, previsto inicialmente para 2009, de 2.500 millones.

Iberdrola atesoraba una deuda financiera neta -incluyendo el déficit de tarifa- de 29.651 millones de euros a septiembre, prácticamente el mismo nivel que en junio. La eléctrica mantuvo su compromiso de reducir este endeudamiento hasta los 26.000 millones de euros antes de que acabe el año.

MÁS EMISIONES DE BONOS

Los principales ejecutivos avanzaron que la compañía está renegociando su deuda para limitar la exposición a deuda bancaria, de más difícil acceso, y aumentarla a los mercados de capital.

En este sentido, el director financiero del grupo, José Sainz, dijo que Iberdrola está estudiando realizar alguna emisión este año y que baraja una cifra de 3.000 millones de euros en emisiones de bonos de cara a 2010.

"Básicamente, nos vamos a financiar en los mercados de capitales", dijo Sainz.

En cuanto a los resultados a septiembre, Iberdrola dijo que la crisis impactó en sus resultados, pero la gestión operativa -recortando los gastos, mejorando la estructura financiera y la obtención de fondos para el desarrollo de energía renovable en EEUU- permitió mejorar ligeramente el beneficio operativo bruto pese a la caída de la demanda de energía en sus principales mercados.

En España, la producción neta de energía bajó un 4,7 por ciento pese a un ligero incremento de la capacidad instalada y la energía distribuida se contrajo un 5,9 por ciento.

En el Reino Unido, los descensos en producción y distribución fueron también significativos. Además, el grupo acusó en sus resultados la depreciación de la libra (-13,5 por ciento) frente al euro. Como consecuencia, el EBITDA de Scottish Power bajó un 20,1 por ciento a 1.097 millones de euros.

También bajó el Ebitda en Latinoamérica (-4,1 por ciento) afectado por decisiones regulatorias y la devaluación del real brasileño, mientras que en EEUU, la incorporación de Energy East (que se consolida desde el 1 de octubre de 2008) aportó 338 millones de euros.

En la bolsa, las acciones de Iberdrola bajaban a mediodía un 1,1 por ciento a 6,255 euros, en un mercado bajista.