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Un canal de agua para transformar la economía

El ambicioso proyecto agrícola de Segarra-Garrigues, que supone una inversión de 1.600 millones, se inaugura mañana en Lleida

DÀMARIS TORRADO

Mañana domingo se inaugurará de forma simbólica el canal Segarra-Garrigues, una de las mayores infraestructuras hidráulicas de la Península Ibérica, que está llamada a ser el nuevo motor económico de las tierras leridanas y una importante fuente de riqueza para Catalunya.

Se trata de un proyecto faraónico que conllevará una inversión total de aproximadamente 1.600 millones de euros y que permitirá transformar más de 70.000 hectáreas de cultivo de secano en regadío, de manera que cerca de 16.000 agricultores de las comarcas de la Noguera, la Segarra, el Pla dUrgell, lUrgell, les Garrigues y el Segrià mejorarán sus expectativas de futuro gracias a la llegada a sus tierras del agua del Segre.

Las obras de este acueducto de 85 kilómetros de longitud empezaron en 2002 y, aunque de los cinco tramos que tiene el canal sólo el primero está acabado se prevé que su construcción finalice en 2013, ya es posible captar agua del pantano de Rialp y regar enlas fincas adheridas al canal.

El Segarra-Garrigues ha de permitir pasar de los cultivos de secano actuales, principalmente cereales y olivo, a cultivos de regadío mucho más productivos, como frutas y hortalizas, forrajes y cultivos especiales, como albaricoquesy cerezas.

Según el responsable de regadíos de Unió de Pagesos, Francesc Pena, se calcula que una hectárea de regadío rinde lo mismo que 6,5 de secano, y se espera que, gracias a la industria que se cree en torno a estos cultivos, el PIB de la zona aumente un 70% respecto al actual y que se generen unos 3.000 puestos de trabajo directos y el triple de indirectos.

'El objetivo es que, gracias a la cercanía de Barcelona, se impulse la creación en Lleida de una zona similar a la Toscana o al valle de San José, de manera que se convierta en un referente en Catalunya a nivel agroalimentario, con productos agrarios de calidad', explica Pena. El presidente de la Comunidad de Regantes del canal, Josep París, coincide en las potencialidades que tiene la transformación en zona de regadío. 'Con el agua se puede hacer de todo. Será una locomotora de dinamización del territorio', asegura.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, se refirió esta semana al canal y celebró 'el salto que supondrá esta gran infraestructura para la agricultura de Lleida y la industria agroalimentaria, así como para crear riqueza y bienestar'.

El problema es que todavía hay muchos interrogantes abiertos respecto al canal, el primero de ellos es qué pasará con las hectáreas declaradas Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), ya que, a raíz de varias denuncias realizadas por grupos ecologistas, la Comisión Europea emitió dos sentencias obligando a la Generalitat a aumentar esas zonas de protección. La última ampliación se ha realizado este mismo mes de junio y, actualmente, de las 70.150 hectáreas que regará el canal, 40.513, más de la mitad,son ZEPA.

'Se tendrán que hacer planes de gestión en cada finca para ver qué cultivos se adaptan a la protección de las aves', explica París. Los ecologistas también estarán atentos a esta cuestión.

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