La Comisión Ejecutiva del COI estudiará en su reunión de la próxima semana en Atenas la suspensión del Comité Olímpico de Irak, lo que supondría su exclusión de los Juegos Olímpicos de Pekín.

El gobierno iraquí ha disuelto el comité olímpico de su país y todas sus federaciones deportivas, en un acto de intervencionismo que el olimpismo considera intolerable. La FIFA fue la primera en reaccionar al suspender ayer de funciones a la Federación de Fútbol local.

Pere Miró, director del COI para las relaciones con los comités olímpicos nacionales, ha señalado que trasladará a la Ejecutiva un informe sobre la situación, que él conoce de primera mano pues fue el responsable de gestionar la formación del nuevo comité iraquí tras la caída del régimen de Sadam Hussein.

La suspensión de Iraq impediría su participación como tal en los Juegos de Pekín, aunque Miró señaló que podría estudiarse alguna fórmula para que un número de atletas individuales tomasen parte bajo la bandera y los símbolos olímpicos.

El comité olímpico de Irak ya vivía, hasta su disolución por parte del gobierno, una situación particular. Su presidente, Ahmed al Hiyie al Samarrai, permanece secuestrado desde el 15 de julio de 2006, sin que se conozca nada de su paradero.

Su elección había normalizado el olimpismo iraquí tras la suspensión que decretó el COI en mayo de 2003, tras comprobar que Odei Hussein, hijo de Sadam y presidente del organismo, había convertido sus instalaciones en una cámara de tortura para deportistas disidentes.

El COI readmitió a los iraquíes en febrero de 2004, justo a tiempo para permitir su participación en los Juegos de Atenas, en los que su selección masculina de fútbol dio la sorpresa al llegar a disputar el partido por la medalla de bronce, que perdió 1-0 ante Italia.

Respecto a la participación de otros países en los Juegos de Pekín, Pero Miró confirmó que está garantizada la de todos los del mundo y aseguró que "en ningún momento" ha habido "un solo comité olímpico nacional o un solo deportista" que haya amenazado con boicotear los Juegos en protesta por la política china.