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Los derechos humanos han empeorado en Irán, dice la Nobel Ebadi

Reuters

La jurista iraní y Premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi asegura que la situación de los derechos humanos ha empeorado en Irán durante el mandato del presidente Mahmud Ahmadineyad, y pide la creación de un movimiento de solidaridad con las madres de los represaliados tras los polémicos comicios en los que el dirigente ultraconservador fue reelegido.

"Desgraciadamente tenemos un nivel de inflación mucho mayor, más desempleo, los casos de violaciones de derechos humanos son más que antes y hay mucha más censura", dijo Ebadi en una entrevista con Reuters, con respecto a la gestión del presidente.

Al preguntársele si ha empeorado la situación de los derechos humanos en su país durante el mandato de Ahmadineyad, respondió: "Sí, así es".

Añadió que espera que en este nuevo periodo, el presidente "escuche la voz del pueblo y le muestre respeto".

Ebadi ha pasado por Madrid para presentar el jueves su primera novela, "La jaula de oro", una historia basada en hechos reales de la que es parcialmente protagonista y en la que relata la historia reciente de Irán a través de una familia que se ve dividida por la monarquía del sah primero y por la revolución de 1979 después.

Su obra no podrá leerse en Irán, ya que como explicó la autora, "hay un largo proceso de censura y control que hay que pasar para poder publicar un libro. El mío no será una excepción, será como muchos otros en Irán que no han tenido la oportunidad de publicarse".

TRABAS

Nacida en 1947 en el norte del país, Ebadi fue la primera mujer juez en la historia de Irán, pero tuvo que dejar el cargo después de la revolución encabezada por el ayatolá Jomeini en 1979, que convirtió la antigua Persia en una república islámica, y fue degradada a tareas burocráticas, al igual que otras mujeres jueces.

Tras una larga batalla judicial, en 1992 consiguió una licencia de abogado y desde entonces se ha dedicado a defender numerosas causas relacionadas con los derechos humanos, además de dar clases en la universidad. En 2003 recibió el Premio Nobel de la Paz.

Pero el reconocimiento en el exterior tiene poco eco en su país, algo que Ebadi, autora también del libro "El despertar de Irán", lamentó especialmente.

"He recibido el doctorado honoris causa de 23 universidades de prestigio, pero el Gobierno iraní no pudo soportar que la facultad de donde yo me había graduado organizara un encuentro para que los universitarios pudieran celebrar que me habían dado el premio", dijo.

"Eso sí que es doloroso para mí, que en otros países se me dan los mayores honores, pero en mi propio país no puedo hacer actos así".

En diciembre del año pasado, las autoridades cerraron la oficina en Teherán de la ONG que preside Ebadi, el Centro de la defensa de los derechos humanos, pero la jurista asegura que no se marchará del país a pesar de las trabas.

"No es fácil para mí vivir en Irán, pero toda mi vida y todo lo que hago, todo mi trabajo, está en Irán", señaló. "Mi situación es muy complicada, pero no soy la única que sufre esto".

LAS PROTESTAS VOLVERÁN

Respecto a las elecciones presidenciales del pasado junio, en las que Ahmadineyad resultó reelegido pero que fueron denunciadas por dos candidatos opositores, Ebadi afirmó que "hay muchas pruebas que muestran que no fueron transparentes".

"Lo más importante es la manera en que el Gobierno ha actuado contra las personas que han salido a manifestarse, eso ha sido absolutamente impresionante", afirmó, y añadió que la situación no se ha calmado, aunque ya no haya protestas masivas en las calles de la capital.

"Es un fuego que se ha calmado, pero solo está esperando una oportunidad para volver a salir otra vez", dijo esta abogada que se ha encargado de la defensa de varios de los detenidos y muertos en la represión.

Las madres de los represaliados han creado un movimiento que se reúne cada sábado en un parque de Teherán y entre 7 y 8 de la tarde se concentran en silencio, vestidas de luto, y encienden velas en recuerdo de sus hijos.

"He pedido a las mujeres de los distintos países por donde he viajado que muestren su solidaridad con el comité de las madres de los asesinados en Irán pidiéndoles que se unan", dijo, y explicó que ya se han creado grupos de mujeres en ciudades como Berlín, Roma o Londres.

"Ruego y pido a las mujeres españolas que muestren su solidaridad (...) y hagan lo mismo", concluyó.

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