Que sí, que no, que no, que sí. O el Ayuntamiento de Sevilla desconoce el tipo de publicidad que puede contratar o no sabe cómo casar las tradiciones religiosas de la ciudad con la campaña del bus ateo impulsada por la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL). Tras varios días de titubeos y contradicciones, ayer, Izquierda Unida, socio de gobierno del PSOE en el consistorio sevillano, no se anduvo con paños calientes y aseguró que la campaña que afirma que 'probablemente Dios no existe' se pondrá en marcha.

'Sí habrá publicidad atea o cristiana porque la Constitución está por encima de cualquier contrato y así lo ha decidido la dirección de Gobierno', dijo el primer teniente de alcalde, Antonio Rodríguez Torrijos, uno de los escasos ediles que no acude a las procesiones religiosas.

Alegó que la publicidad no es ilícita e instó a 'no rasgarse las vestiduras porque la libertad es indivisible'. Sin embargo, al cierre de esta edición, el PSOE seguía sin confirmar el acuerdo esgrimido por IU.

El Ayuntamiento, en un primer momento, se lavó las manos y pasó la pelota a la empresa que gestiona la publicidad, Clear Channel: 'Es injusto que se sitúe este asunto en la esfera del Ayuntamiento, no es ninguna censura', dijo a Público el pasado viernes Carlos Arizaga, gerente de la empresa municipal de transportes (Tussam).

Preguntado por la limitación del contrato a fines comerciales o mercantiles que mantiene el Ayuntamiento con Clear Channel, Arizaga no sólo no lo expuso como motivo inexcusable para rechazar la campaña, sino que insistió en que la negativa provenía de Clear Channel por 'los escasos beneficios que le reportaría o porque pudiera afectarle para otros contratos por la tradición religiosa de la ciudad'.

Cuatro días más tarde, en declaraciones a otro periódico, Arizaga asumía el rechazo. Clear Channel es la misma empresa que gestiona la publicidad de los autobuses en Málaga, donde comenzaron a circular con la publicidad atea el 26 de enero.