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Los libios muestran su deseo de avanzar hacia una Libia libre y democrática

EFE

Tras la muerte ayer del coronel Muamar al Gadafi, de la que se siguen conociendo nuevos detalles, los libios muestran sus deseos de que el país avance hacia la libertad y la democracia.

"Espero democracia, total libertad y seguridad", dijo a Efe en Trípoli Husein Abdel Mahyabi, un funcionario libio acompañado de su hijo y explicó que de momento se conformaba con poder celebrar con alegría "la muerte del dictador".

Asimismo, una joven técnica especialista en aparatos médicos se mostró convencida de que en el nuevo sistema político las mujeres obtendrán sus derechos.

"Nosotras conseguiremos nuestros derechos, no nos los tendrán que conceder", dijo en la plaza de los Mártires de Trípoli, antigua plaza verde, Amal al Gumati.

Al Gumati, que comentó que "el dictador" tuvo la oportunidad durante 42 años de hacer algo bueno y no lo hizo, insistió en que ahora era el momento de sacar provecho de todas las riquezas y potencialidades del país.

"Tuvimos la misma lección durante cuarenta años, y la hemos aprendido", dijo Amira, hermana de Amal, con quien se ha acercado a este lugar donde los tripolitanos se van agolpando desde primeras horas de la tarde para continuar la celebración de la muerte de Gadafi, ayer, a manos rebeldes.

Asimismo, dos milicianos armados de 22 años, Abdelmayid y Hail Bakush, miran con optimismo la nueva etapa hacia la que se dirige el país, aunque aún no tienen claro que harán en ese futuro.

"Si el Ejército está bien y nos ofrece una buena oportunidad, pues nos enrolaremos", dice Abdel Mayid, que antes de unirse a la lucha armada en Zawia, de donde es originario, y luego en Trípoli trabajó en varios locales comerciales como dependiente, al igual que su compañero de armas.

Mañana se espera que desde Bengasi, en el este del país, el presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafa Abdulyalil, anuncie oficialmente la liberación del país, lo que supondrá el pistoletazo de salida para una transición política complicada, tras la muerte ayer de Gadafi, de la que se han ido conociendo nuevos detalles.

Así, al parecer, Aisha hija del dictador y que en agosto se refugió en Argelia junto a sus hermanos Hanibal y Mohamed y su madre, Safía, llamó al teléfono satélite de su padre y un rebelde le comunicó su muerte.

Funtes rebeldes de Misrata, donde fue trasladado el cadáver del coronel, capturado en Sirte, indicaron a Efe que su cadáver, el de su hijo Mutasim y el del exministro de Defensa Abu Bakr Yunes, se encontraban todavía esta mañana en un lugar de Misrata mantenido en secreto.

Las fuentes explicaron que un representante de la fiscalía había tomado ayer muestras de los cuerpos de Gadafi y Mutasim para practicar una prueba de ADN, pero que los rebeldes se negaron a entregar los cadáveres.

Esta ciudad y su periferia son, desde anoche, objeto de excepcionales medidas de seguridad y el acceso está prohibido para todo aquel que no disponga de un salvoconducto emitido por el consejo militar local.

Por su parte, la Corte Penal Internacional está esperando recibir "pruebas suficientes" que confirmen la muerte del coronel, para poder estudiar la posibilidad de cerrar su caso.

Para el comandante supremo de la OTAN en Europa, el general estadounidense James Stavridis, parece convencido de su fallecimiento y ha asegurado que propondrá a la OTAN que ponga fin a su misión en Libia, cuyo comienzo marcó un antes y un después en el conflicto ya que supuso el fin del avance de las tropas gadafistas.

Al parecer, y según distintos relatos, Gadafi intentó huir en un convoy de Sirte, donde desde hace más de un mes era acosado por los rebeldes y fue atacado por aviones de la OTAN.

De acuerdo con la versión del ministro francés de Defensa, Gerard Longuet, tras ser atacado, la caravana se separó, momento en el que los rebeldes intervinieron y capturaron al dictador.

Sin embargo, según otras versiones, el depuesto dictador fue hallado en una tubería de desagüe o en un zulo.

Entre sus pertenencias, además del teléfono satélite, llevaba, al parecer, una pistola de oro.

En unas impactantes imágenes difundidas ayer por el canal catarí Al Yazira, aparecía aún vivo herido, desorientado y siendo zarandeado por los rebeldes.

Las causas de su muerte aún no han sido del todo aclaradas, unos aseguran que murió como consecuencia de un tiroteo entre gadafistas y rebeldes después de haber sido detenido, otros, que fue disparado en el pecho por uno de sus hombres y asimismo, hay quien afirma que fue ajusticiado por los propios milicianos que lo custodiaban.

Mohamed al Sagir y Jorge Fuentelsaz

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