La obra social de las cajas nacionalizadas está herida de muerte porque el Estado percibirá prácticamente todos los beneficios que consigan las entidades (las que no estén en pérdidas) y no quedará apenas nada para mantener las actuaciones en beneficio de la sociedad que realizaban hasta ahora. En el caso de Novagalicia, por ejemplo, las cajas accionistas del banco apenas tienen el 7% de las acciones, con lo que no les llega el dinero para financiar las iniciativas que pagaban hasta ahora. De momento, tienen ahorrados 96 millones de euros para la obra social de los próximos años pero su intención es gastarlo en recomprar acciones del banco con la intención de alcanzar el 15% del capital.

Se quedará, por tanto, sin fondos para la obra social. Los nuevos directivos del banco, José María Castellano y César González-Bueno (presidente y consejero delegado, respectivamente) han ideado una fórmula para entregar dinero a las cajas: les comprará 5.500 cuadros y varios inmuebles, que luego les alquilarán. Ese será uno de los destinos de los 2.465 millones de euros que acaba de recibir del Estado. Castellano explicó ayer que se hará a precios de mercado y admitió que el objetivo es 'traspasarles una cantidad de dinero' para la acción social, informa Europa Press.

Los dirigentes de la entidad también explicaron que han creado un 'banco malo' para endosarle 'los activos no estratégicos de la entidad', que intentará vender.

Además, su actividad se dividirá entre la realizada en Galicia, a través de Novagalicia, y la del resto de España, mediante NGB, que se centrará en el negocio por teléfono y por internet, pese a contar con 350 oficinas.