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La ONU dice que la milicia LRA cometió crímenes contra la humanidad en Sudán y el Congo

EFE

Los brutales ataques cometidos por la guerrilla ugandesa Ejército de Resistencia del Señor (LRA, siglas en inglés) en Sudán y en la República Democrática del Congo pueden constituir "crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra", según sendos informes difundidos hoy por la ONU.

Ambos informes, elaborados por la oficia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos -uno de ellos conjunto con la Fuerza de la ONU en el Congo (MONUC)- narran las atrocidades cometidas contra civiles, hombres, mujeres y niños, por esta guerrilla que opera en esos dos países así como en Uganda, y se basan en las investigaciones de decenas de ataques realizadas por personal de la ONU.

Según el informe conjunto, la ola de ataques del LRA en RD Congo entre septiembre de 2008 y junio de 2009 causó la muerte de al menos 1.200 civiles, entre ellos unos 600 niños y 400 mujeres, y el desplazamiento de 230.000 personas.

"Estos ataques y las violaciones de los derechos humanos cometidos sistemáticamente pueden constituir crímenes de guerra y contra la humanidad", señala el informe, que narra asesinatos, mutilaciones, torturas y múltiples violaciones sexuales.

"Las mujeres y las niñas fueron violadas frecuentemente antes de de ser asesinadas, y muchas otras fueron secuestradas y obligadas a ser esclavas sexuales", agrega.

Se describe igualmente el pillaje y la destrucción llevados a cabo en los pueblos atacados.

El informe destaca que los peores ataques del LRA en el Congo se produjeron a partir de diciembre de 2008 tras las ofensivas lanzadas por el Ejército congolés y la MONUC contra la guerrilla.

"En respuesta, el LRA lanzó una serie de ataques sistemáticos llevados a cabo al modo militar contra la población civil", agrega.

Durante la Navidad, la milicia "aprovechó que la gente se congregaba en los pueblos para celebrarla", el LRA mató "en el plazo de 24 horas en dos localidades al menos a 447 civiles, y secuestró a centenares más".

En uno de los ataques, en la localidad de Batande, "mataron a 80 mujeres, niños y hombres que se habían encerrado en una iglesia" y decenas de las mujeres fueron violadas antes".

La ONU destaca que, en algunos casos, las fuerzas de seguridad congolesas también cometieron graves abusos.

El informe sobre Sudán abarca ataques cometidos por el LRA entre diciembre de 2008 y marzo de 2009, en los que "al menos 81 civiles fueron asesinados, y muchos otros heridos, mutilados, violados y secuestrados, entre ellos mujeres y al menos 18 niños, que fueron obligados a trabajar como soldados, esclavos sexuales, porteadores o espías".

Un número indeterminado de mujeres fueron violadas durante o después de los ataques, y los pueblos atacados fueron saqueados y parcial o totalmente destruidos, y más de 38.000 personas se habían convertido en desplazados hasta marzo pasado.

En el sur de Sudán -donde el LRA entró al huir de una ofensiva conjunta de los ejércitos de Uganda y la RD del Congo- numerosos testigos describieron a los investigadores de la ONU cómo esta guerrilla opera en grupos de entre cinco y veinte individuos armados con machetes, hachas, bayonetas y cuchillos, así como armas de fuego.

"En muchos ataques, prefieren usar las armas blancas a las de fuego para matar a las víctimas. Se reservan las armas de fuego para los que tratan de escapar", señala el informe.

"La brutalidad empleada en los ataques fue consistente y deliberada", señala el informe, que describe algunas de las atrocidades como el caso de "un hombre que descubrió el cuerpo mutilado de un vecino, al que le habían arrancado una pierna, dislocado la mandíbula y arrancado los dientes".

"Los atacantes del LRA apuntaban a los civiles, sin importarles edad, sexo o etnia", agrega.

El texto concluye que "las pruebas sugieren que los ataques del LRA pueden constituir crímenes contra la humanidad", pues según "el estatuto de la Corte Penal Internacional (el Estatuto de Roma), el asesinato, esclavitud, apresamiento u otras formas graves de privación de libertad, la tortura, la violación y la esclavitud sexual son considerados crímenes contra la humanidad cuando se realizan como un ataque sistemático dirigido contra los civiles".

El informe pide a la comunidad internacional que coopere con la Corte Penal Internacional para el arresto y la entrega de los líderes del LRA acusados de crímenes contra la humanidad y de guerra.

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