Público
Público

Un político en busca de fusiones

Serra, al frente de Caixa Catalunya, negocia con sigilo con otras cajas

FERRAN CASAS

Caixa Catalunya, segunda entidad de ahorro catalana, siempre ha aparecido en las quinielas de fusiones, sobre todo desde que afloraron problemas derivados del crecimiento de la morosidad y la drástica reducción de beneficios. A Narcís Serra, que preside la caja controlada por la Diputación de Barcelona (del PSC), nunca le ha molestado aparecer como el escollo para las fusiones pese a no serlo.

En algún momento, se llegó incluso a especular con una fusión de todas las cajas catalanas pequeñas bajo el paraguas de la presidida por Serra para plantar cara a La Caixa. El proceso de fusión de las de Terrassa, Sabadell y Manlleu lo impide, pero no cabe descartar que al final consiga, como pretende de forma sigilosa, una fusión de las cajas controladas por las diputaciones. Caixa Catalunya lideraría la integración con las de Girona (más o menos saneada) y Tarragona (con achaques). La Diputación que controla la primera la preside ERC con apoyo de CiU y la de la segunda, CiU con el PP.

De esta forma, Caixa Catalunya, que ahora tiene como director general a Adolf Todó que dejó en muy buena situación a Caixa Manresa, conseguiría más implantación territorial y acudir al Fondo de Restructuración y Ordenación Bancaria (FROB). Pero no con la petición de sanearse sino para pedir ayuda a la fusión. No es extraño pues que el conseller de Economía, Antoni Castells (del PSC), luchara por asegurar de que las ayudas del FROB servirían para las fusiones.

Serra llegó a Caixa Catalunya en 2005 después de un largo paso por la política que arrancó en la Transición. Empezó a destacar en la alcaldía de Barcelona en 1979 y culminó su trayectoria cuando, a partir de 1991, fue vicepresidente del Gobierno de Felipe González, en sustitución de Alfonso Guerra. Antes fue ministro de Defensa. Este economista de formación pilotó el tránsito del ejército aún franquista hacia la aceptación del régimen democrático.

En el último mandato de González (1993-1996), los escándalos de corrupción le salpicaron. Con el PSOE fuera del Gobierno estuvo aún dos legislaturas más como diputado, pero el papel de este socialista de extracción burguesa fue discreto.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias