Juan Ramón Lucas acaba de iniciar su cuarta temporada al frente del programa matinal En días como hoy, de Radio Nacional, que pretende buscar 'propuestas novedosas' y potenciar el tiempo dedicado a la expresión de las opiniones. Lucas entiende la radio pública como un espacio para fomentar 'el debate social positivo y creativo' y defiende el medio por su capacidad para transmitir la emoción de manera inmediata.

¿Cuál es el principal reto de su programa para esta nueva temporada?

Es un reto diario. No es tan duro como la televisión, que te marca día a día las audiencias, pero todos los días tienes que hacer algo que no decepcione y, si es posible, que sea lo suficientemente creativo y bueno como para sumar oyentes. En una radio pública, lo creativo y bueno es la cercanía, la pluralidad, el servicio y abrir la ventana a que los oyentes opinen. Si eso lo sazonas con información, humor, ironía e inteligencia, tienes una fórmula en la que estás a gusto y que los oyentes reciben cada vez con más ganas.

Una de las nuevas secciones es el espacio Cara a cara'. ¿No hay suficiente debate en la radio?

'Llevo haciendo este programa tres años sin ninguna presión política'

Hay mucha tertulia y opinión, pero lo que faltan son propuestas novedosas, en general. La radio pública tiene la obligación de, si no encontrarlas, por lo menos afanarse en buscarlas. Ese es el giro que le queremos dar este año. Habrá opinión, libre como siempre, plural, pero iremos más allá buscando propuestas y opiniones, desde las de los oyentes hasta las del más sabio en una materia, de quien puede aportar soluciones a un debate social que creemos necesario en estos tiempos de crisis. Otra cosa es que quien tiene que tomar las decisiones nos haga caso. Pero nosotros, como radio pública, tenemos el deber de propiciar el debate social positivo y creativo.

¿Se sienten más observados por debatiren un medio público?

A mí me pasó el primer año. Todos sabemos lo que tradicionalmente ha sido la radio televisión pública, pero ya no. Cuando vinimos aquí con el anterior presidente, Luis Fernández, teníamos el encargo de hacer una radio plural e independiente. Al principio fue un poco más complicado por la falta de hábito, pero llevo haciendo este programa tres años sin ninguna sensación de presión política. Damos la palabra a quien tiene cosas que decir, independientemente del color político.

'Aprendo del humor de Herrera y de la consistencia de Francino'

¿Tiene como referencia a alguno de los periodistas con los que compite?

Siempre aprendo de todos. Del sentido del humor de Carlos Herrera; de la vivacidad y la consistencia de Carles Francino; hasta de la capacidad de agitación de algunos otros, pero no puedo escucharles.

¿Qué tiene la radio para mantener una audiencia fiel pese al empuje de otros medios?

Con respecto a internet, la temperatura de la comunicación verbal que no tienen las teclas. Además, la radio tiene algo que nunca tendrá la televisión: la cercanía y la inexistencia de filtros. La radio te transmite la emoción inmediatamente y, sobre todo, en la tele ves la imagen recuadrada. En la radio, el sonido no se recuadra.

Se queda con la radio.

Sí. Amo la tele, pero la radio es el amor de mi vida.