No es fácil imaginar al serio y contenido Braulio Medel, siempre de traje oscuro y corbata negra, confesándose en su despacho, en vaqueros y mangas de camisa, ante sus colaboradores: '¿Quién me habrá dicho a mí que me meta en esto?'. El presidente de Unicaja sabe de sobra la respuesta: él mismo. Era posiblemente el único capaz de llevar a la Iglesia al redil de las fusiones, confirmando su asombrosa habilidad para negociar, demostrando lo que en su entorno describen como su 'sabiduría para encontrarle a cada uno su sitio'.

Amable y reflexivo, asequible y frío, cercano y reservado, siempre encaja las piezas del puzzle en la soledad de sus oscuros y sobrios despachos de Málaga y Sevilla, parapetado tras el muro de subcarpetas, pulcramente ordenadas en montones de medio metro, que prueban su obsesión por leerse hasta el último papel del más insignificante asunto.

'¿Braulio? Un hombre extremadamente hábil', dice uno de los que ha negociado con él. Con el apoyo del socialista Rafael Escuredo, llegó a finales de los ochenta a la presidencia de Caja de Ronda, que fusionó para crear la Unicaja que hoy preside con el beneplácito del PSOE pero en representación del Ayuntamiento, del PP.

Domina el juego con tal maestría que ha sobrevivido a los tumultuosos años del cambio de milenio, protagonizados por la propuesta de creación de una gran caja única andaluza. Idea a él achacada, que enfrentó a muerte a Manuel Chaves y Javier Arenas, que acabó con la carrera de los presidentes de las dos cajas sevillanas (Beneroso, de El Monte, y López Benjumea, de la San Fernando) y provocó la secesión de Cajasur, que se declaró fuera del control de la entonces consejera de Economía Magdalena Álvarez, la misma que lleva años esperando ocupar su puesto.

Vecino de Marchena, Medel creció jugueteando tras el mostrador de la tienda de tejidos de su familia de austeros emigrantes riojanos. Allí aprendió la lección que ha conseguido convertir en el éxito de su vida y que, alguna vez, aconseja a sus más cercanos: 'Lo importante no es hacer una venta, sino conservar al cliente'. Medel estará al frente de las cajas andaluzas al menos hasta 2012, cuando quizá habrá una única gran Caja Andalucía.