La relación entre sexo y sufrimiento no es rara en la naturaleza. La cópula traumática de las chinches o de las numerosas especies cuyas parejas se devoran entre sí durante o tras el acto sexual no son los únicos ejemplos dolorosos. Entre las abejas, los zánganos que logran acercarse a la reina y copular con ella, durante una estresante sesión de sexo volador, pagan un alto precio por optar a perpetuar sus genes. Los genitales del zángano explotan durante el apareamiento, con objeto de quedarse incrustados en el interior de la hembra, a modo de tapón anticonceptivo, e intentar impedir que otros zánganos que la copulen después la fertilicen.
¿Te ha resultado interesante esta noticia?
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>